Al cabo de un año de llegar a aquel movimiento católico sabiendo que era soltero quisieron nombrarme una y otra vez plesbítero una especie de ayudante del sacerdote en la preparación de la misa. Siempre respondía con bromas que no. Era un honor que me era indiferente entre beatos proclives a la crítica,y si algo salía mal era el único al que le caerían las culpas. Aunque,¿qué podía salir mal con tan poca responsabilidad?.
Un fin de semana fuimos a hacer un retiro espiritual y al final del fin de semana tuvimos la misa solemne. En medio de la misa Caroline cuando nos tocaba sentarse se negó a sentarse. Las cincuenta personas mayores se le quedó mirando,la mayoría era gente jubilado con aspecto respetable y ceremonioso,católicos desde hacía mucho tiempo. "Esta misa no respeta los preceptos de la Iglesia,incluso al parecer una parodia podríamos estar ejerciendo un sacrilegio, hay que pararla y darla por nula". Me quedé callado,nunca había oído nada semejante,ni siquiera cuando explicó los motivos me pareció una cosa seria,aunque los repetía enfadada.
Pensaba para mí "Esto es otra aburrida Misa pesada porque no se haya dicho una frase de santificación esto no se va a convertir en una misa negra.Ojalá. O si no, que repartan la coca y nos montamos una orgía". La presbítera que habían elegido era una chica joven y no supo cómo reaccionar,después dijo que pensaba que iba a pegarla y a escupirla de rabia al salir de la parroquia del colegio religioso de C. d P.
El sacerdote que la conocía no la paró hasta pasados unos minutos de gritos con la amenaza "de que informaría al obispado para saber si estaba todo en orden.Hay que cumplir las reglas". "Sí Caroline avisa al obispado pero después de acabar la misa" respondió cansado. Yo me mordía los labios para aguantar la risa. Me pasé el resto de la misa pensando en tragedias para contenerme la risa.
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