Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 11 de noviembre de 2014




                                           


El concepto de virilidad y de genio en Nietzsche, Walt Whitmann y John Ford


Quizá cueste creerse que Theodor Roosvelt luchó por cierta igualdad de oportunidades entre sexos incluso antes de la Primera Guerra Mundial por lo incendiario de muchos discursos de un machismo abrasivo. En pleno radicalismo sufragista dijo aquello que "ninguna mujer querrá parir sin dolor"... Y LINDEZAS parecidas...

Aunque la ideología del XIX norteamericano se ha difuminado en la gradación de sus pensadores sigue pareciendo rancia para disfrutar de un siglo de liberalismo comercial y político. Uno piensa en la sublimidad de Walt Whitmann, en su libertad...


La virilidad aparece pervertida por el estudio de los aristócratas griegos y romanos en Nietzsche, aparte que es inasumible en la modernidad. Su máximo ideal Caesar que viene de caedo matón, ya era insoportable para muchos autores clásicos. Sin embargo no está lejos el demócrata John Ford maestro de una hombría sin debilidad,de las primeras vanguardistas a las que disolvió dentro del arte narrativo, y de la renovada mentalidad demócrata del pionero. Es sintomático que la defensa de la desigualdad en Nietzsche sea defendida por alguien achacoso y enfermo y que nunca superó las relaciones superficiales y hasta infantiles con el otro sexo. Sin embargo su ideal triunfó en los autoritarios, los escritores minoritarios,militaristas...etc...

También es curioso su devoción por el genio absoluto de alguien que vivía en un ambiente académico patricio en la Universidad de Basilea con otros pensadores de los que vampirizó varias ideas como el valor del egoismo, el desarrollo del cristianismo, o del Renacimiento. Nietzsche pocas veces reconoció méritos de autores no consagrados y elevó a enésima potencia ideas ajenas o que se deducen en el aire...

Es sintomático el que Nietzsche estudie a los hombres que el cristianismo ha hecho débiles,pasivos, sin capacidad de reacción ni temperamento y que los estudie desde dentro con total coherencia, como haría Dostoiesky y después Kafka. Y el que lo haga sin conmiseración. En Walt Whitmann los débiles, incluso las mujeres trabajadoras,silenciosas son titanes y el mundo es regido a reacción por el sentido común y un cierto margen de justicia que no desaparece ni en la injusticia ciega.
Nietzsche nos devuelve al cálculo donde lo que importa es la voluntad de poder y la fuerza, el ataque al débil,la guerra y los sueños que siempre serán sueños bajo cualquier capa, la justicia, la libertad, todo eso nos lleva al abuso organizado y al derecho injusto... al Norte y al Sur, a los genocidios y a las hambrunas nebligentes y al capitalismo salvaje frente a la hidra del islam violento y destilado de modernidad...

Walt Whitmann sí mantiene una opinión más aceptable de la virilidad para la modernidad y da una imagen digna de la democracia liberal no como una burocracia enorme de pesadilla, sino de ciudadanos fuertes y esforzados que piden cosas justas que con esfuerzo se les conceden sobre todo derechos. En Walt Whitmann todo el mundo tiene una dignidad intrínseca y potencial, y no se estudia la debilidad sino más bien la injusticia social y la prodigalidad de la naturaleza frente a la escasez del trabajo, todo está por hacer. En Whitmann todo tiene solución y es hermoso, lo trágico nace de una necesidad productiva y de la ignorancia. Un mundo que puede ser feliz.
 Hay algo de inventario en Whitmann en todas las posibilidades de hombre sin una descripción pormenorizada y apetece estar siempre a su lado para gozar de su entusiasmo sano, lejano del arrebato compulsivo de fiebre malo de Nietzsche que nos llena de humo y del aviso para lanzarnos a la matanza.

No hay tanta minuciosidad ni estilo en Whitmann ni tantas ideas de aquí y allí ni imágenes sorprendentes pero sí bastantes polémicas de cosas esenciales que se disuelven en la buena voluntad de lo que es la dignidad humana. Uno sale de buen rollo con un sentido simple e ingenuo de la dignidad humana. Nada que ver con Nietzsche curiosamente la   literatura de autoayuda posmoderna y la renegación de la culpa,la compasión y el remordimiento como sentimientos estúpidos es algo sacado de su crítica contra el cristianismo. Hay muchos grumos de Nietzsche en la posmodernidad y su "inhumidad" y sus consideraciones "intempestivas" HAN PASADO al neoliberalismo económico y el darwinismo social.

Walt Whitmann crea su mitología sin nombres de la modernidad. Es una mitología representativa del sufrimiento humano que sólo da explicación interna a sentimientos y de raíz benditamente anglosajona lejos del racismo anestesiado del Imperio Británico. Walt Whitmann es un hombre libre que respeta el deja hacer deja pasar y deja que cada uno se busque la vida. No tiene un sentido socialdemócrata de lo social pero cree con fuerza e ingenuidad en la capacidad de empujar para adelante y de que el potencial de un hombre lo puede sacar para adelante.
Un ideal que adoptaron los millones de inmigrantes que llegaban a los Estados Unidos para buscarse una nueva vida.

Amo a Walt Whitmann igual que él amó a los hombres sin embargo leo más a Nietzsche ¿cómo es posible?. En nuestra época neopagana donde ni los cristianos de pacotilla tienen necesidad de volver al cristianismo que dominó durante 1800 años, Nietzsche quiere desembarazarse de ese cristianismo que lleva hasta la médula. Han quedado relatos humillantes  de las relaciones infantiles y superficialmente de Nietzsche con las mujeres, como al final de su vida cuando escribe sus obras cumbre era humilde,taimado, educadamente afectado, como incluso respetaba muchísimo más la opinión de sus comensales habituales (muchos de ellos mujeres claro) mucho más que los varones de su época.

Lamentablemente, no es sorprendente que el ideal de Nietzsche triunfara más y destrozara en parte la Generación del 98 y siga destacando en España, donde no hubo grandes pensadores económicos ni ilustrados pero sí metafísicos y parroquianos... y el ideal de Walt Whitmann destaque más en las naciones prematuras de Sudamérica con dictaduras populistas sin tanto raigambre. Mucho de Whitmann nace de cosas la vida no de prejuicios sofisticados, por eso a los intelectuales no les satisface tanto además de que pueden identificarse con más complejos.
Curiosamente Walt Whitmann no tenía esa paranoia con el genio que triunfa a pesar de todo, incluso cuando él lo tenía todo en contra sin un ambiente académico cultural con interesantes polémicas. Él sí tuvo que compartir la vida de los mediocres y no los maldijo, ni creo a Dios para defenderlos.

John Ford parte de la estética de Walt Whitmann y no sólo en una estructura militar, ni racista, pero algo patricial lo que es inevitable, con sus clichés: la madre bondadosa y sacrificada, la lealtad de los hijos frente al nepotismo controlado y justo de los padres... En John Ford se mitifica la épica de "lo vulgar" desde un punto de vista viril y maduro. A veces sus tramas son simplonas pero consiguen ser profundas y nada unidirecciones incluso tratándose de arquetipos.
"El placer debilita y el trabajo fortifica, por tanto la elección es fácil" diría con Baudelaire y quizá con Franz Kafka. Por ejemplo, en Kafka todos los personajes suelen ser profundos y soportan bien el sufrimiento profundo que de una u otra manera se provocan por su actitud infantiloide y eso nos produce una espiral de vértigo.

En John Ford los problemas son limitados pero una una ética genuina no nacida de traumas infantiloides o falta de  "carácter hacia fuera". En Ford todo es ingenuo pero solemne y de una pieza.
Qué grandes comedias románticas habría hecho incluso con esquemas esteoriotipados frente a los protagonistas débiles, patológicamente débiles, tímidos, tontos e inmaduros.
El cine de aventuras de tipo colonial sería a priori un subgénero cercano a John FORD, sin embargo es algo distinto, más moderno en su defensa de la dignidad, salvo en las películas nostálgicas del racismo donde los negros "son felices entrañablemente sin derechos" porque se sienten integrados en el trabajo y en la comunidad-

En la mitología de Ford todos los personajes de FORD son como deberían ser y sus tramas también. Sus paradojas suelen ser sencillas pero les marcan de por vida, y quizá por eso incluso dentro de la tragedia no hay patetismo, sino un tono agradable. Como en Mozart normalmente donde hasta la maldición terrible de la Reina de la Noche de complicadísima ejecución llega con suavidad al oído, respetando la contrariedad de los sentimientos.  Los borrachos si se les dan dos gritos y un par de razones reaccionan. Los inmaduros no lo son tantos y los cobardes ante un ataque a su dignidad reaccionan y la vida es hermosa, y uno respira las altas montañas de la hombría de bien una y otra vez.

¿Puede haber algo más falso que la prostituta y el expresidiario que "La Diligencia"? Y sin embargo nos la queremos creer y nos la creemos. Vemos a una prostituta posiblemente analfabeta, y vemos que es educada,prudente, rubia  y arreglada como una señorita y vemos el mundo de una épica imposible como de niños chicos rezagados.   Necesitamos esa verdad poética en cuanto la conocemos. Nos gusta ese mundo que necesita de la cultura.QUE NO LA TRIVIALIZA NI LA PARODIA que ha luchado por ella y mantiene esa coherencia hasta el final.

En John Ford no hay un humor desternillante ni profundo sino un sentido de la dignidad patricia completamente democrática, para todos, que da gusto verlo. Se respeta muy escrupulosamente el ritmo porque sabe que el espectador no tiene alternativa y tiene que aguantar. Y el ritmo jamás se hace lento salvo para el malcriado televidente del zapping.

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