Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 18 de noviembre de 2014

                         

               

                    Hymn to the Pillory de los espaldas mojadas

    Nadie culpe al desierto con  sus trincheras
 ni a la maldición de Esfinge en las leyes
 ni a los perros en la noche con linternas
para parar a los desheredados de los reyes.

 Fueron mejores analfabetos que Pizarro
buscando oro al limpiar las cañerías
de los lavabos. Y en fraguas de Vulcano
con su odio friegan mil galimatías.

Nadie culpe como desidia o derroche
la ironía de linternas, las leyendas
que llenó de niebla la noche
como al Universo en reprimendas.

 Tú aún puedes ver miseria en los escombros
del grillo que canta su amor imposible
a Aurora sobre los torcidos hombros.
Yo viviré en la luz de los fusibles.

Fué el hereje quien quiso orden
en la belleza y hacer un juicio
al genio que mata en su delirio
al tonto que estertora el polen.

Un engranaje de tuercas un aire
de conquistadores ya sin patria
sólo tienen la lengua por bandarria
millones buscando trabajo de nadie.

Y vuelven a tener brazos por espadas
ley de Edad Media por razones
y la cruz y un muerto a las espaldas.
Les duelen en la arena los talones.

La avioneta de la coca un adivino
que les enseña el cactus sin sorpresa
y templos que no ven en el camino.
Bendice el espejismo es tu recompensa.

Tu odio son gotas de sangre de Gorgona
rechinan tus dientes misterios de lepra
oráculos en los cafés que te informan
del último muerto a seguir. Y ahí queda.

Ése es tu destino conquistador sin ciudades
limpiar platos como el polvo de los siglos
en amuletos de oro. No quedan deidades
ni jovencitas pa violarlas con sigilo.









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