Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 28 de noviembre de 2014

Aventuras de Leopoldillo Panero, hombre de buen humor.(1948-2014)

¡Perdona! perdona a la harpía que te destrozó la vida
aunque siga malmetiendo y armándola
y sepas que nunca podrás vengarte...
y perdona no por hacerte el santo
sino por deshacerte por fin de ella...

                                                                                                                 A Laura de La Coruña

William Shakespeare ha sido el único hombre que no tenía miedo a narrar las miserias humanas con el lenguaje sublime, y empatía múltiple y sobrehumana.No quiso dejar constancia de las radiaciones espaciales y espolvoreó su traje de oro. La modernidad prefiere la degradación y lo empatía subjetiva para expresar lo oxidado y lo enfermo.

Pocos hombres venden  miles de ejemplares con poner su nombre en un libro. Que uno de estos hombres no sea un pensador sublime sino de muy raras rachas, ni que los libros sean brillantes dan una señal del fenómeno.  Cuando murió abandonado en un hospital psiquiátrico en que estaba por voluntad propia, hicieron un obituario brutal pero justo sin respetar formalmente su memoria en el Diario El Mundo en que dijeron  algo así a "a lo mejor alguien tenga paciencia para reunir los fragmentos de él que valgan la pena"...

Leopoldo Mª Panero es una mezcla entre el pícaro canalla  Estebanillo González sin un interés propio, y los personajes descreídos de William Shakespeare como Troilo con los que no acabaríamos nunca. Pero sin esa carga de autocontemplación y autodestrucción que ha llegado a lo sublime por ser un psicología falsa: la psicología del malditismo.La grandeza de Leopoldo es su caos, su fragmentariedad y su falta de elevación que es como un empuje imposible que nunca llega a lo sublime de lo obvio, del sentido común.

Es como si anciano patricio viera desde la orilla a un adolescente  intentando masturbarse mientras nada sin apoyarse,y lo ve mientras se le hunde y emerge la cabeza torcida y no entiende lo absurdo de su proeza. El bienestar ha obligado a la literatura a ampliar el campo de fondo a sentimientos cada vez más abstractos frente al abandono,la autoridad,la dificultad de una vida plena o de la comunicación... donde el hombre se deconstruye...

Todo empezó con un niño mimado por una madre bella, solitaria y con sentimientos de culpa por tener como marido a un  hombre alcohólico,no muy trabajador y violento y a su vez célebre versificador del Régimen de Franco: Leopoldo Panero.Dos padres frustrados: uno por no conseguir la poesía que buscaba y una madre maltratada que se sentía abandonada, intentaron elevar a su hijo a las profundidas abisales de un mito sin endurecerlo para prevenirlo de la presión.

Hay una anécdota esquemática que se cuenta cuando con 4 años Leopoldito al apagar la luz del interruptor   preguntó ¿ a dónde se ha ido la luz?. Y Luis Rosales y Leopoldo Panero comprobaron  así "su despierta inteligencia". Curiosamente, estos padres frustrados dieron a sus hijos la fama y la posibilidad para que pudieran destacar en las Humanidades.













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