Cuando huir del sufrimiento sí es un mérito
Hay pueblos que sólo reconocen el mérito en el trabajo o la astucia pueblos que necesitan resistir como los antigüos griegos frente a una naturaleza hostil. Pero increíblemente otros lo asimilan al sufrimiento sobre todo cuando el sufrimiento es la negación de la fuerza o de la valentía. Asumir el sufrimiento, hacerse mártir, falso, cobarde, robar a escondidas al déspota no debe ser motivo de orgullo.
Hay una escena de la película "Tierras de Penumbra" en la que la mujer le echa en cara una cosa sorprendente a C.S. Lewis... HABER ORDENADO su vida de tal modo que nadie pudiera hacerle daño, ni ofenderle.Un profesor con prestigio con alumnos inmaduros, con otros profesores tan blandos como él, con su hermano, se había protegido contra la vida.
Protegerse del sufrimiento como cobardía, inmadurez o debilidad.Pasar de ser una víctima,mártir sin reacción a un niño. Sin embargo es curioso que haya gente que pueda echar eso en cara cuando es la finalidad de la mayoría de Occidente. Buscar la comodidad, trabajar en algo que nos guste y en cara al mundo que nadie nos agradezca nuestro esfuerzo.
Porque un salario nunca es compensación suficiente por un esfuerzo que nos aleja de la vagancia.
El sufrimiento lo vemos hoy día como un residuo de sentimientos cristianos anacrónicos como el arrepentimiento,el cuidado de los ancianos por sus hijos, la culpa por algo mal hecho o el recreo de la compasión. Son sentimientos que apenas salen en los medios y que pocas veces se echan en cara.
A veces se echa en cara a mujeres que se han acostado con famosos que lo digan porque es una manera de hacerse famosa sin mérito. Ahí estuvo el caso de Bertín Osborne que se rió machaconamente de la dentadura perfecta de su affaire a la que le negaron poder defenderse en un plató para que no cogiera nada de popularidad.
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