Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

lunes, 5 de mayo de 2014

Frente a Siam Park de Tenerife

Quedan 3 minutos de escalones en fila

Éxtasis.Om. Parálisis. Asfixie
Sombra angular. Vértigo. Precipio de aire.
Cuchilladas en la pared blanca
vértigo al traje de novia.
Gesto histriónico del niño que se arranca
el rostro mientras caen las bombas.
Y yo con angustia subo piso a piso
como un descansillo
donde descansa el pederasta escondido.
Filas eternas sin desfilar.
Miro el barranco en tromba
del tobogán: esa palmera de rosa
que se ha vuelto a colar.
Si caigo en 90º ¿en qué me sujeto?
y si la gravedad y me caigo
y me choco en un orgasmo
frente a la luz de la roca y salgo.
Excalibur de las musarañas
mientras cuando huí de mujeres
recuerdo infame me arañas
clavándome alfileres.
Escalón a escalón cabra entre ahulagas
brincando entre asteroides sin noche.
Como un ciervo que berrea
en mis venas, sus cuernos contra el coche.

Ya no soy el niño que zas, zas
que se deja arrastrar y se tira
una y otra vez en ángulos
y más ángulos de mentira.
Te los miden con metro
y ya no perdonan los sastres.
Y aparte ¿pa qué miento al padre
de todos los ancestros?
Hasta que se escarchan los dedos
y cuando se los abre
vi una nube de orugas
que en los pinos de niebla no caben.
Ya no digo sandeces tan sin destilar
obligando a los turistas a que hablen
mi idioma. Algebrando mis tropas
que ante sus monumentos arramblen.
Mundo de fantasía brotas la fragua
de las maravillas.
La magia engaña al agua.
No hay geranios ni buganvillas
ni escudos de suelo árido:
El pálido rostro que borra
la historia, de plástico
lo llenó el niño que se engorra.
             *                  *

Qué triste si el soborno de lo bello
no nos engañara siempre.
Celosos de lo que tiene dueño
viramos la cara al relente...
las mujeres con su bikini
como las mezquitas fueron
que vieron casi atestadas
los comerciantes pioneros.

Sagradas, de vuelta, sudadas,
de una extraña belleza devota
con sus cicatrices de luz
y de oscuro como sombras
bajo costras de la estepa.
El enigma de la belleza,
de los músculos en torsión
de que caigan los cuerpos
con la misma potencia de motor
y uno royendo el cepo.

No nos liberamos de a tarima
del salón. Quién me iba a incidir
que rememoraría el agua,
cuando mis parientes chinos
echaron mi cuerpo moribundo
por la alcantarilla de cristal de fragua
de San Francisco entre ratas
y tiburones sin presa ni magua.
Con la tablilla encajo mis costillas
de la Paloma Fuentes que no me amó
quizá porque no le di opotunidad...
y en el cemento entre los ladrillos
la sueño viendo estrellas con rencor
comiendo en un rincón entre ladridos.
                            *               *

Manos acróbatas que repujo
en el agua que baila como un brujo.
Elefantes sentados en un banquete
con manjares y pendientes.
Guparams de Siam hartos de lujo.
Niñas secuestradas de Ruanda
pa los imberbes con metralleta,
desfiles que no quieren desquitarse
que no saben de mapas
van a la selva y yo a los toboganes...
Angustia de los muertos
de que les viren el rostro hasta alacranes
de que nadie se detenga a verlos.
Toboganes los primeros bombarderos
vividos en el metro.
Riada de piedras en la desembocadura
sin que nadie ponga bridas
ante tanto puñetazo a la dentadura.
Hay que mirar cara a cara
a la metralleta no le sirve de nada.
Hay que decirlo a la cara
y suicidarte en la misma fábrica
que quemaste.
Sin fuerza para apartarla
una y otra vez, qué lástima.
Delirio de plástico polietileno
ansias de metacrilato
fibras de vidrio que echan de menos.
Por la gracia de Dios
por fin
un sí es un sí
y un no un quizás
y otro sí un más, más.
                                  ( Círculos de peonza)

Tírate dando patadas
con odio como si tu padre
volviera buscando cariño
entre los alambres.
Y uno coloca su avituallamiento
rodea su insignificancia
y se mete en el desierto.
Con los ojos cerrados rezando
 serio la rodilla apretada a Dios
caigo en arenas movedizas
de las órbitas sin voz.
Caigo como arrancando hierba,
la nada se apodera de mí
como si me insultaran de niño
y no les pudiera contradecir.
El coro de huérfanos de Wittgenstein
al que nadie puede predecir
sólo en poesía puede repercutir
un Frankenstein.
Todas las encuestas, los slogans
todas las posibilidades se esfuman
mientras fumo el mundo
las imágenes me fuman.
Lo que está en juego es blanquear el pasado,
cuesta llenar de soldada el palacio
llenar de melodías los rincones
donde el pederasta usuar el espacio.
¿Quién puso este cascabel
a la nada? ¿brida o escabel?,
¿quién pudo asfixiar
mi carne de piel?.
Paralizar mi sorisa
con corteza de un árbol rugosa,
y oír los gritos de las chicas
una batalla a lo lejos,¡vaya cosa!.
Ni la ingravidez ni el límite
acción punible al sol embiste.
Este cáncer de luz fuera del tiempo
no me tomarán las huellas los toboganes
como féretros por dentro.
¿ Qué podré recordar de ella?
Oleaje de brazos.
Arrancar anillas sin abrazos.
¿Qué podré recordar de lo que no viví
de lo que no ocurrió
lo que de lejos vi?
¿cómo fuí yo?. Yo.Yo.Yo.
Unamos los reflejos rotos de luz
de cada imposible vidrio
fósil- prematuro -edificio.
Cierro la verja de mis recuerdos
sin dejar en el suelo huellas
ni que me oigan los perros.



Si estás en la cárcel fúgate.
si estás en el hospital húrgate
 de tus miedos
que te manden las recetas por correo.
El árbol que infla tu cabeza
con un ramaje que se densa.
¿ Dónde se pone uno
el cinturón de seguridad?
¿ qué escudo de pararrayos
me servirá?
¿Hay más bajas
entre los limpiaventanas?
           *             *

Al aire su estetoscopio
saturado no le importa.
La luz cae en periscopio
como una autopsia.
Llevo la contraria
al ritmo de las órbitas.
El teatro del honor
cree entender la trayectoria.

Por fin las cañerías no van
rectas sino se retuercen sin más.
Faltan los precipicios, barrancos,
el furgón policial cuesta abajo.
Y la llamada a última hora
al preso desahuciado.
ay aquel amor de último momento
que no fué nada
porque no estaba
totalmente borracha.
*                *               *

Tú sí.
Nadie quiere problemas ni papeles
y eso está bien pa morir.
Pagaste la novatada una y otra vez.
Rascacielos de suicidas frustrados.
Rayo transmutado en agua
cómo brillan los recuerdos sin amo.
Esperando en el coche de noche
uno busca sentido
en el espejo retrovisor del coche...

éxtasis de pasar página
con los ojos en blanco.
Parálisis del trote de máquina
de hormigonera de cantos.
Maquinaria insólita de luz
llena de engaños sutiles.
Reviéntanos contra el aire
abre tu cremallera al agua
empuja tu caida a presión
rómpenos las alas.
Cuando tengamos que rezar
penitentes sin soflamas
no me huyas ver el vértigo
columpios de llamas.
El escándalo de gaviotas
catedral cableada en railes
a la garganta correosa
el flas brutal de fotos viles.
Ratonera de iraquís heroicos
pa tantos fallidos misiles.

Cada vez pongo menos
al borde de la navaja
a mi débil latido
que ni carriles ataja.

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