Cómo te deseo
que parece estúpido decir cómo te amo
Piel de sierpe sobre un cactus
hoja de lata que raja el labio.
Como la primavera
que tiene que matar a las amapolas
aunque muera con ellas.
Te amo como una nostalgia sin recuerdos
a algo que muere joven.
Te amo con la inocencia
del baile que restriega los cuerpos
que no puede pensar ni detenerse.
Te amo con el odio impotente
y pidiendo perdón una y otra vez
como al ladrón al que van a ahorcar.
Y cuando lo digo es como si fingiese
o me quedara desnudo
y en shock ante un insulto.
Te amo sin saber cómo te amo.
Como las cigüeñas que vuelven
a esta tierra sin cigüeñas.
Con la nostalgia de cosas que mueren
y con miedo de que no dejen huella.
Te amo con la pena que perdona.
No con la pena que da el vagabundo
al que viras la cara y le niegas un duro,
no con la pena del verdugo
que mata a su víctima orgullosa
sin demora ay sin demora.
Te amo como una calle vacía
llena de restos de una fiesta
por la que uno llora
por lo que debió ser en ella.
Dios esa calle empedrada de botas.
Como un niño que busca
su perro sanguinario para que lo devore
con sus dientes pequeños y separados
y que espera durante horas
que se seque la cama mojada.
En los rincones de su cuarto cerrado
en las manchas húmedas de la pared,
en los bonzos de un placer engañado.
como un borracho que tiene razón
que insulta,
como una idea sublime en una puta,
como a destiempo una maldición,
a solas para que nadie la discuta.
Porque cuando las necias me insultan
y los sabios les dan la razón
pienso en ti y tu amor me disculpa.
De mis problemas estúpidos
con los que no quiero quemarte.
Y que pudro en mi pecho
con una elegancia que nadie quiere valorarme
chirrío mis dientes en tus besos.
¿Cómo llenarte de mi soledad? te amo,
¿cómo tomarme en serio?...
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