Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

sábado, 28 de junio de 2014

La historia del cateto Robert Johson (1911-1938) del Misisipi que supo crear su estilo blues, su poética y su leyenda








Todavía un hombre en la miseria puede chantajear con algo: con su alma.

Me encanta cuando es el tonto el que cuenta las historias. Cuando saca a la luz un punto de vista insólito con total naturalidad desde dentro. No una descripción de una historia. Sino una confesión que sale a borbotones, con vergüenza o angustia.

 Que cuesta entenderla a pesar de las palabras sencillas. Una historia contada desde dentro. No un paso fuera, un paso dentro.  Con un voz ronca y un sonido mohoso de guitarra. Dios ¿por qué a ese hombre nadie le compró una guitarra nueva?.

Ojalá pudiéramos vender nuestra alma al diablo para tocar bellas canciones de improviso ante el solitario micrófono: parece la cabeza de un matón que embiste. ¿ Y por qué no vendió su alma para pulir de verdad sus letras?.

Un hombre que no respeta a la mujer del dueño del bar que le da de comer esa noche tiene miedo de encontrarse en la noche en un cruce de caminos para que Satanás no le rinda cuentas.

El satanismo profundiza y promueve el estabo morboso de autodestrucción del que vive en la miseria de los chamizos ce las correntías y le da aureola de dignidad. La música y el sortilegio de su letra breve lo invoca, lo evita y prohibe que vuelva. Es una especie de terrible amenaza comunista de los peones de la guitarra fuera de temporada sin reacción conservadora. Lo ataca todo sin temer la reacción de nadie ofendido. Y llama mi Dios como un compañero que entra en la sala  a oscuras de tortura.
¿Qué grandioso que aún podamos venderle algo a alguien en la miseria? y no sólo nuestra música sino nuestra alma cuyas disonancias no las capta siempre la sublime música.

Sweet Home Chicago es la canción más hermosa de los barrios bajos para amar a una ciudad en su apogeo de dinero.Uno se imagina mudanzas, los gestos nerviosos de algún pillo o una mujer embarazada y tener que convivir gentes de clase baja de diferentes etnias que se desprecian con sus prejuicios que se contagian, y tienen que respetarse hasta amarse.

Y en las cavernas del cráter de los gestos, los suspiros de desprecio, de las insinuaciones esta Satanás. El hombre de color reducido en una sociedad desarrollada que lo aísla de la abundancia que producen sus fábricas malolientes...Satanás camina en el tufo de la madrugada con la niebla camino al trabajo o al cole.
Lo que nos aterra de Satán es la tortura psíquica y física perpetua, las deformidades de la cara. Satnás quiebra las estructuras sociales y es algo atávico en la noche y nos dice: "conseguirás el genio sin tener que esforzarte más". La locura de la mentira perpetua, el sufrimiento sin excusas y el abandono y la nada que tiene anclajes con la vida.

Sólo quien es completamente anónimo puede ser un endemoniado o un torturador.
 Torturado-torturador son seres libres que deciden destruirse, uno su psique y su cuerpo sano y otro una cierta idea de moral: el torturador es un dios destructor que tiene que crear un Mal.
El satanismo de color es bastante ingenuo, propio de alguien que no conoce más que su mundo. Es casi tan ingenuo en su sufrimiento que da vergüenza ajena. La solidaridad sexual en la miseria, las amistades entre las que hay un abismo y te despellejan vivo a sólo 7 metros de distancia.
"No se puede encontrar una buena amiga, el invierno va a ser lento, este es el destino soso.Mejor que entres en mi cocina, que fuera va a llover..."  Parecen frases sueltas con un tono monocorde fantasmal y semianalfabeto que conmueve.

El satanismo de color parece salido de un entumecimiento cerebral de un ambiente cerrado y miserable. Casi recuerda la mímica de Charles Chaplin también salido de un ambiente de bajos fondos sin argumentos pero con voz ronca y repeticiones neuróticas.
La única diferencia entre la ingenuidad suave de la miseria de Charles Chaplin y la de Robert Johnson es que este nunca salió de la miseria. La promiscuidad,el nomadismo, un sentido elemental de la vida...


En una noche en el escenario de un tugurio donde tenía que actuar apareció una botella de whisky abierta. Le había tirado los tejos a la mujer del dueño como solía hacer. Un compañero le dijo que no bebiera que no sabía que podía haber dentro. Esa misma noche murió. Por supuesto nadie le iba a hacer una autopsia en condiciones ante una muerte tan extraña. ¿Para qué? No valía la pena.

Tuvo la astucia inconsciente de dejar su leyenda en sus canciones ante un público ingrato, de circunstancias. Y los productores que iban a ganar dinero de él hicieron el resto: que en las canciones parece que se oyen dos voces cuando sólo estaba él,
que ensayaba de noche en los cementerios,
que cantaba siempre de espaldas a la pared,
que en directo tocaba siempre a oscuras para que la luz no enseñara sus ojos rojos,
la perfección de su guitarra rota con las tapas de la botella...

Apenas hay frases en su música: suelen destilar sadismo y queja, la imposiblidad de penetrar en el alma del otro...las personas de color vivían en una cierta alienación de su dignidad y su satanismo también es su queja que no recibirá reacciones desproporcionadas.

Pocos saben definir  con potencia su infierno personal de una forma poética en cada blues. Crear su peculiar leyenda  en un mundo tan reducido de abyección, sexo rañoso e ignorancia hasta que los más palurdos la depuren. En un porche de miseria mientras llueve y una esposa huye con alguien estúpido al que acaban de coger por robar o cuando alguien sin talento pasea con el diablo en un cruce de carreteras para ir a pegar una paliza a su mujer "que dice es sin motivos". La promiscuidad llena de barro en ciudades de madera que siempre están por hacer y una extraña envidia para dañar al máximo al compañero, al hermano.
 El mundo "negro" como algo atractivo que toma conciencia e hiriente con sólo una guitarra gastada de mala calidad.
Sin significados rebuscados, desde la abyección creó versiones eternas de su historia. Su milagrería.
Lo peor de todo es la dificultad de muchos músicos para vender su alma... a cualquier discográfica.



                 *               *                        *
Las dunas cambian de sitio en el desierto
si no hay una piedra que les fije.
Y las cenizas  de los muertos cambian
si no hay recuerdo que les sonría.

¿ Qué sentido tiene venderle el alma al diablo
toda la eternidad?¿ para qué la querría?
un músico genial que muere con 27 años
un escritor de una única obra maestra
un inventor de un invento prematuro
torturarnos para no tener que explotar
todo nuestro potencial para una chispa.
Quizá creemos que nuestro dolor es lo único
que podemos ofrendar por la falta de la voluntad...
y lo peor de los pactos satánicos
es que no podemos.

La falta de voluntad es una escalera
que necesita un punto de apoyo.



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