Antes de las cañadas nevadas del Teide  (del viaje de 3-2014)

Estos campos por mucho que pasees por ellos
no los has hecho tú.
Existían antes de ti y seguirán existiendo
para cuántos piensen que nacieron para ellos.
La nieve se irá y volverá la nieve
como la flor endémica y la grava
y los tomates y el agua.
El parador sustituyó a un alpendre
sin nombre con vistas a la fragua.
Ni vas a entender a su gente
por mucho que pasees solitario por sus campos.
Pero tú si debes pensar que estos campos
nacieron sólo para ti y para tu infancia.
Recuerdos de pasión que dan sentido
por un bello instante de arrebato a tu vida.
Y después cuando los vuelves a ver
parecen restos de una batalla
llenos de detalles sin entender.
Desde las ventanas del coche
ves a los niños deslizarse por un pizco de nieve
con sus  grises parasoles
que fraude de recuerdos para cuando el quitanieves.
Nombran batallas mal pronunciadas
y catedrales inglesas que ignoran.
Sueñan en tirarse con el mojado culo,
ya les llegará su hora...
para conquistar otra vez el mundo
(que es cansado).

¿ Cuántos de tus recuerdos las intensificaron
otras vivencias y otras ideas?
Pero por una vez uno quiere un paisaje
ahora que nieva.