Cuando una estafa es una bendición
Muchas veces voy en coche desde el Sabinal para dejar a mi chica en el trabajo. Cojo una cuesta imposible en segunda marcha por el Lomo Sabinal. Atravieso un itsmo en las alturas entre dos barrancos donde se ven 30 kilómetros de costa hasta casa del padre de mi amigo Godofred.
A su padre se me olvida saludarle con el apretón de manos porque siempre me está dando la tabarra que vaya a Fuerteventura a alojarme a su casa. Por supuesto que no dice que es para que esté trabajando 15 días en su reforma por nada. A veces le he ofrecido un cambio: 15 días de mi trabajo si él me valla mi finca que es cosa de 1 semana.Pero él ni se plantea el cambio, o sea trabajar gratis para otro . Es trabajar allí a cambio del hospedaje ni siquiera de la comida aunque algún día me invitará a algo para que para colmo yo le dé las gracias. Si estuviera solo seguro que me aventuraría en el proyecto absurdo esperando conocer bellas chicas o hacer una gran casa. Cosas improbables.
Es un abuso y más viniendo del padre de un amigo pero lo que me alegra es que confíe en mí. Por supuesto sé por experiencia que el trabajo gratis no produce gratitud.
-Es muy poco trabajo y el tiempo libre estaríamos todo el tiempo pescando...en bici...
Saber que alguien confía en ti para hacer un trabajo duro es ya una alegría oculta.
Pero el que da órdenes considera que es natural que te obedezcan. Lo mimas para que te grite.
Sé por el cuerpo cansado al atardecer cuando trabajé de práctica para mi tío Aurelio Rodríguez en Valdenuño dos semanas de Navidad y para Mapfre mes y medio que no se produce gratitud ninguna. A veces te dan de comer si les miras con pena o con insolencia y encima tienes que darles las gracias. Caminar desnudo por las playas de Fuerteventura bajo la brisa tampoco compensa.
El trabajo tiene que hacerse valer una y otra vez.En nuestros barrios por alguna maldición de una joven pelirroja muerta de dolor por un desengaño amoroso se hacen sangrías con los árboles.
Lo lógico sería eliminar los chupones las ramas que nacen en vertical con más fuerza de las ramas horizontales para que no se enmarañen y el árbol tire para arriba y se abra para los lados. Sin embargo se cortan todas las ramas indiscriminadamente echando silicona para que les sequen las lágrimas. Resultado tarda una buena temporada en recuperarse y en cuanto crece se vuelve a enmarañar.
Los jardineros jóvenes saben que lo hacen mal y cuando les preguntan por qué lo hacen responden señalando al capataz con la barbilla. Odiándote porque les puedes crear problemas. Así los biólogos y los jardineros salen de la Escuela aprendiendo que hay cosas absurdas y se las obligan a hacer en su trabajo. Su trabajo sirve para algo: ganar dinero... entonces eres un jardinero profesional.
El Colegio de Abogados regula el comportamiento de muchos abogados.O sea su hechizo de palabras: su trabajo.
Un abogado es un paranoico de su prestigio, de su porte porque no sólo quiere cobrar sus servicios sino también cualquier consulta. Aunque la consulta con una respuesta generosa le lleve a tener más servicios.
Me sorprende cuando el abogado en la emisora de radio no quiere dar ningún consejo sobre un acoso laboral o sobre un abuso porque esta perdiendo la posibilidad de cobrar una consulta.
- Pero la gente sabe lo que es acoso, lo que no saben es ¿qué pueden reivindicar?¿qué derechos tienen sobre todo cuando sus contratos son de interinos o eventuales? ¿entonces todo vale?
Me encanta la mentalidad cuando una compañía de seguros niega la cobertura legal a un asociado y comenta
- Es que ha quedado mal aunque después pague ese servicio.Porque lo estás pagando en el seguro...
El trabajo tiene que hacerse valer aunque sea por arrebatos de dignidad. Tengo una amiga que se niega ir de vacaciones a ningún país musulmán para no tener que ponerse un pañuelo sobre la cabeza. A ella le es indiferente que en España para entrar en una Iglesia hasta hace 60 años hubiese que ponérselo.Ni se lo plantea. Las pirámides de Egipto y las Mezquitas de Turquía y ella serán felices sin haberse conocido nunca.
Y yo seré feliz de que nadie me grite para trabajar más duro por un trabajo por el que no cobro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario