Al que amargado espera.

¿Qué dolor calmará este lamento
qué trabajo duro al perro
ansioso que no entiende
el silencio de su dueño?.


Llueven espuelas no es gran cosa
en la ciudad bóveda vacía
y hace añorar la Europa fría
que en un bar espera una rosa.

Una zarza de pronto
que de lejos llama
te llama amarga
sin rostro.

La de enormes pechos con luz
¿qué esconde con odio que nubla?,
por la calle tras la lluvia
abúlica y absorta juventud.

Lleva sus rencillas consigo
y sus recriminaciones sin pasión,
no le han llegado la hora de cocción
escondidos en su escueto vestido.

¿Me aceptará no me aceptará?
es mejor que primero se enamore
para decirle toda la verdad.

Los edificios mediocres
misterio el pasado de las noches.
Coches que van vacío de juventud,
¿el recuerdo de la muerte lo borra
o solo lo bello se ve sin luz?.

¿Qué dolor calmará este lamento
qué trabajo duro al perro
ansioso que no entiende
el silencio de su dueño?.