Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

miércoles, 23 de julio de 2014

Dios bendiga a la chusma de C. de todos los días

Es increíble como los pequeños atropellos evitan que podamos mantener sentimientos sublimes. En la rotonda del Hospital Insular como una furgoneta avisó en el último momento que quería salir me pitó fuertemente y el copiloto sacó el brazo gritando nosequé.
 La gente me ve sonriendo mientras camino por la calle a pesar de mi pasado y mis incoherencias. Piensa este tipo es gilipollas, es débil hay que atacarle porque apenas va a defenderse. Y sin embargo no es así. Y en la distancia mucha gente me aprecia aunque no se concrete en nada. Cosa que no hace falta porque uno sólo puede entender y gozar del amor de poca gente.

Aislarse de los problemas en la Mezquita de Mevlana en Turquía tampoco sería la solución. Huir si no hay cosas más importantes que hacer es cobardía asquerosa. Sin derecho a réplica.

La soledad sublime está en una rotonda llena de coches enfurecidos que te gritan loco o hijo de puta porque ven que vas precavido, como una víctima pidiendo que te griten o para evitar un accidente.

En Estambul donde muchas veces no se toman las debidas precauciones se respetan las señales de tráfico y a los otros conductores. Aunque ellos también se ven como chapuceros.

Conducir es una experiencia más mística que irse a rezar al Valle del Goreme. Ves el insulto y el grito por placer. Hasta en la Autoescuela Zebenzui hablaba con ironía como cuando un coche se quedaba entre las lineas amarillas entrecruzadas y los demás le pitaban a muerte y el infractor subía las ventanillas pasando de todo.

Hay veces que uno hace favores como ceder el paso sin obligación o dejar que al girar se te cuelen en tu carril y el otro lo ve como un derecho propio y te pita porque encima no le das más facilidades.

Uno debe hacer el bien sin esperar gratitud ni una especial satisfación interior. Sino contárselo a tu pareja o a tu familia porque si lo cuentas a tus amigos también te recordarán que eres tonto,tonto, gilipollas...

Pienso demasiado en estos choques y resuelvo te falta trabajo duro. ¿ Pero para qué voy a buscar trabajo de freganchín o de peón en la obra de un amigo para aguantar gritos y trabajo duro sin apenas compensaciones? Tengo mi coche. Y una islita que se me hace más y más pequeña.Y cuya costa en muchos tramos no puedo ver para no darme cuenta que vivo en una islita.

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