Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 16 de agosto de 2022

Me alegro que mi madre haya muerto.

Todavía me conmueve ir no sé a la orilla al sol de mi madre. Su polvo lunar sin ver su risa ya sin alarde. Me alegro que mi madre haya muerto pero no me alegro. Cuánto te hice sufrir, infierno diente eléctrico sobre alambre. Ya el portazo de vuelta a casa ahora no queda nadie. El ansia muerde olvidada en las ramas que rompe el aire. A quién le importarán tus virtudes Quién te elogiará como mereces, si mueren en la profundidad sin importar los más bellos peces. Cuánta eterna noche de suicidio cuánto amor desquiciado, cuánto mar de ser amado y dedos muertos sin anillo. Olas contra roca de ser amado ¿qué quedará en tu amor malsano? Las flores siguen creciendo siguen llenas las calles, ¿dónde están los berreos quién se apuñala en tu sangre? Ser un niño y con hambre sacar la cabeza por la puerta esperando unas papas fritas como un náufrago en la selva. Con el cuchillo al cuello, no sé bien qué decirte si te preocupaste por mí o si solo me quisiste. El niño vuelve al escombro a recordar lo que nadie sabe. ¿Solo hay sangre sucia para engordar a los alacranes? ¿Si dejas hueco lo que amaste para qué sirve tu labor?, aquel portazo que de vuelta recuerda que la mataste. ¡Polvo! avista el marino como si de noche fuera un triunfo, los sapos berrean su deseo rechina dientes de pan duro. El mar sin recuerdo morirá si entendieras el infierno, al atracar a tierra ángel me despellejarías tus besos. Si yo hubiese estudiado ¿qué habría sido del mundo?, vender el pescado podrido como metralla en crudo. Hay que vivir ya nada queda salvo el flash del mar profundo, solo el ansia de las voces y la eternidad del mundo.

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