El Guaca. Una historia de narcotraficantes y la Mafia Rusa en Canarias.

La increíble historia del narcotraficante el Guaca. Yo no sé hablar. NO MENTIRÉ pa protegerme ni los muertos inermes aunque me vaya a encarcelar. Bájate hasta el suelo y no te ensucies ardido, pa hallar oro del azufre de nada te has protegido. No soy cantor letrado y cuando muera la sierpe tiren su sangre médica sobre la arena caliente. Tras muchas ¡aire! aventuras que se evaporan en grava, no me quedan ahorros ni pa pagarme la caja. Ni te seguiré amando pa rajarte con la piraña que bracea en el desierto sin otra sentencia falsa. Solo busqué el dinero en el fondo del agua, pero hallé la asfixia y hasta vendí las algas. Ñiú confiesa en el potro de tanto dolor cansada, de contar mis miserias sin nombre...pero no falsa. Potro que cabalga al anochecer se enreda en las algas. Las angustias pesadilla se rumian en la mañana. ¿Pringado el asesino que ve yeguas deslomadas y no relincha? ¡relincha! pero no hay nada. ¿Qué oro era tu vida? ¿tu mujer? ¿o tu casa? ¿tu dinero?¿tu trabajo? tu trabajo y nada. La amé por soledad la amé por desgana, ella me rechazó ¡nada importó! ¡nada! Enamórate de una puta ahorra cien mil lanas, ten ilusión con tu perro NUNCA HUYAS de la nada.