¿Cuánta arena borrará la cicatriz
que fue el bello rostro roto en el espejo?,
¿cuánta bofetada me caerá en medio
qué bala perdida explotará mi perdiz?.
Mordiéndote hasta el sarnoso disfruta.
No hay un muerto en medio de la fiesta
y culpar a esta sonrisa siniestra
ni al grito de los niños que te culpa.
No hay agua para escarbar en tu pasado
el neumático del beso quemado
que amargó tu lengua sin aquel recuerdo.
El deseo del abismo que te recuerda
que al fin puedes enterrarte en la arena
o arrastrarte por la grava a destiempo.
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