Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
domingo, 16 de octubre de 2022
HEROÍNA PARA UNA EMBARAZADA.
EL CANARIÓN INSUFRIBLE
"Buscando lo extraordinario sin saber bien qué es, con la sabiduría vitriólica y la fiebre de la autodestrucción trabajamos duro para destruir lo bueno que tenemos".
Xio la Princesa esperaba bastante embarazada a la puerta de la prisión de El Salto del Negro al hombre al que había metido en la cárcel y padre de su hijo sin saber qué reacción tendría por la sorpresa, pero aquello no había sido lo más difícil. Primero tuvo que decirle a la cara que estaba embarazada a su padre una mala bestia y tacaño, y a su madrastra extremeña que la despreciaba porque le costaba el dinero de la ropa y el mantenerla. De lejos, se oía el ruido de una rocaflex y veía las sombras persistentes de ramas rotas como de un ahorcado. La madre se puso a gritar que aquello le costaría mucho más dinero a su familia y que después de tres meses de tener al niño tendría que ponerse a trabajar e irse de la casa con su madre, aunque no sabían dónde estaba. El padre gritaba más y le daba la razón. Le dio tanto asco, que estaba decidida a irse en cuanto encontrara una vivienda, o sea la de su "novio".
Tanausú no era mal chico pero no estaba enfocado. Era un chico "intelectual", adicto a los videojuegos, al móvil, y a la heroína. Había empezado a trabajar de freganchín y solo había durado 40 días. Su frustración hizo que aumentara sus adicciones hasta tal punto que no se controlaba. Por eso cuando se enteró que estaba encinta lo denunció por camello a la policía, que por una vez lo detuvo el mismo día de la denuncia, con tal mala suerte que detuvieron a su jefe que juró que lo mataría como a un perro. 6 meses de prisión. Él juró que la mataría a ella.
Lo llamaba por la radio para saber cómo estaba pero él se negaba a cogerle las llamadas del enfado. Tanausú vivía con su madre que cuidaba a personas mayores,pero ya no tenía ingresos. Xio había llorado varias veces durante la espera. Llevaba un traje de rosas rosas estampadas con escote, bastante arrugado. Estaba sentada en una pared de bloques con cemento bajo el sol. Estaba hermosa, a veces los lagartos entraban y salían de las lascas de piedra de la pared de enfrente y le sacaban la lengua como si se rieran de ella. Habían muchas personas metidas en coche o apoyadas en la pared pero nadie se dirigía la palabra.
Cuando abrieron la puerta de la cárcel un montón de mujeres mayores se abalanzaron sobre la puerta. Al cabo de tres minutos tras la marabunda, salió Tanausú: había engordado bastante, estaba calvo y desorientado,y cuando puso un gesto de asco,pero todavía parecía conservar su fuerza de carácter en el gesto de su boca apretada y de sus ojos fijos. Se quedó paralizada. Tras tres meses de que tenga el niño me vuelvo con mi padre, que se le habrá caído la cara de vergüenza de ser así - pensó.
Tanausú la miró fijamente pellizcándose la barbita. No sabía si la odiaba o si abandonarla. Bueno,por lo menos así mi madre seguro que nos recogerá, no se negaría. Xio estaba hermosísima con su rubio y su rostro enrojecido bajo el sol. No hubo abrazos.
Le dio la mano dirigiéndose a la guagua que estaba a punto de irse. - Venga, vámonos, date prisa. Parecían dos ángeles alejándose al desierto en busca de un oasis de oro.
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