La mayoría de las veces soy yo el que tiene que ir buscando a los demás desgastando inútilmente mi vitalidad,y lo que es peor la sublimidad que hay en mí en gente que ni me valora,ni puede entenderme. Pero en eso, desperdicio mi obra, y me lleno de un mundo de mentiras futiles.
Muchas veces me preguntan casi por egoísmo ya por cosas que están muertas, por un amor,por un trabajo,por un proyecto. Es como si cogieran el cadáver de un PADRE,de un maestro y le clavaran agujas para demostrar que sigue vivo,e intentan que rebote el cuerpo para demostrar que está vivo. - Déjenlo en paz,dejen ya tranquilo el cuerpo.
Y a veces,uno se sorprende de que las cosas hayan muerto tan de repente,tan pronto.¿Cómo es posible que esta joya sagrada pero cotidiana que teníamos enfrente haya quedado rumbrienta tan pronto,cómo es posible?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario