Cuando llego a casa y les voy a saludar se ponen histéricas y con ánimo y ganas de revolotear.
No se dejan acariciar fácilmente sin embargo.
Marla la mayor muerde en la nuca por unos celos terribles a la pequeña por mis caricias. Se traga su cabeza. La hunde en el sofá o la tira al suelo.Cuando la hunde en el sofá Cuqui saca su cabecita poco a poco algo asustada pero en seguida se pone a jugar.
A veces Cuqui la cría de dos meses y medio se pone a caminar para atrás para hacer caca porque ya se da bastante cuenta que la hace donde no debe. Es increíble verla caminar para atrás mientras lo hace.
Pero lo más insólito es que sin poder verse en el espejo tengan tanta conciencia de sí mismas y buscan el sentido de las cosas. Cuando llegan a un sitio se ponen a ladrar y a tocar las cosas buscando una reacción. La sagrada reacción.
Es como buscar el secreto de la vida de los otros niños o perros. Solo se sorprenden cuando a pesar de todo no hay reacción.
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