Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
domingo, 23 de mayo de 2021
¿Quién de los tres mató a Pretty Woman?
Sigan soñando...
Y detrás de los mitos y las máscaras, el alma del Hombre, que está sola. Jorge Luis Borges.
Cuando Prendes era niño se estrenó la película Pretty Woman sobre una prostituta que vivía una noble historia de amor y dignidad con un millonario.
Al mismo tiempo, había conseguido a Marla una hermosa y coqueta perrita Husky del Albergue, había tratado de entrenarla, pero era imposible estaba demasiado traumatizada, mordía una y otra vez en el sofá y el resto de muebles, lamía su orina, tenía constantes reacciones desproporcionadas como cuando oía un pitido de un coche, se ponía a pelear con los demás perros, se escapada a la carretera. Había mordido tres veces a su madre.
La madre le dijo que se fuera al cine con su hermana. Prendes sabía que la perra era buena, pero no podía controlar sus impulsos e iban a matarla. La miraba a los ojos, sentía que le había fallado.
Sentía la absoluta impotencia frente a la muerte de quien no había tenido una oportunidad real.
Tras acabar de ver la película entre lágrimas de satisfacción su hermana le contó que hubo dos guiones de la película. Querían hacer una película culta, "verosímil" y dramática, pero no sabían el final, y la mejor propuesta era que el mejor amigo del protagonista Richard Gere lo convencía para entrar en razón, que echaran a Pretty Woman de la limusina en marcha y le tiraran un fajo de billetes dejarían tirada en el suelo.
Al día siguiente, aparecía el comisario frente a su cadáver y le pregunta a un compañero detective, uno de esos tres debió ser el asesino: su compañera prostituta, Richard Gere o su amigo directivo, ¿pero quién? y se acababa la película.
El director al ver ese final replicó gritando: ¿Cómo vais a acabarlo así no veis que es un cuento de hadas? Y cambió el final.
Cuando Prendes llegó a casa al mirar a la mirada huidiza de su madre se dio cuenta de lo inevitable. Le quiso echar en cara que no le dejara despedirse pero no tuvo fuerzas. Se encerró en su habitación para sufrir en silencio...
Sigan soñando, se dijo tarareando la canción de Pretty Woman de Roy Orbison. Mucha buena gente muere sin una oportunidad real... Era como si ni la vergüenza hubiera de sobrevivirla.
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