Pasión en La Habana: una boda frustrada, aberración al mestizaje, más sexo, y perder mucho dinero fácil. 25-julio- 2018

"Nada hay más adictivo que el pasado roto y ardido". ¿A quién he amado yo a quién en La Habana del reguetón entumecido de café? Y eso cuando me acusabas sabía hueco que no te amaba y me quemaba sin tino. ¿Pero fue un desatino sentir la culpa por nada? Más digno es ser un vago que una amiga de amago. Brillo es mentira en su fuego el puñal agrio no hace ruego a tanto espasmo de trago. ¿Ni amar limpia tus escamas? forzarte a amar a quien no amas, asquearte a beber sin pausa que abrase alpolvo no hay causa entre rastrojos de llamas. Tras cortar te conocí cortando la soga al morir... Nada hay más adictivo que el pasado roto y ardido. ¿Cómo ¡aire! saberlo de ti? Pero el ansia de un hijo corte mellado predijo Casandra sin saber ¿por qué? ¿a quién he amado yo a quién? el espejo a piedras maldijo. Ansiaba flirtear mal con cien el cactus al leproso hace bien, sin desierto si vas contento. Por los pechos del Pent no miento me tiraba idiota al terraplén. Tiene miedo el niño absorto que se le caiga el abuelo que le da mano sin vuelo. Cuando se cae de culo voto llora si lo ve devoto. El niño no tiene pena que le quedé una gangrena de tanta caida absurda, y del abrigo suda cansado en tanta cadena, que no hay peligros no duda. ¿Hay duelista tienes pena si la utopía no tiene razón? Deja la magia por error al desierto sin arena que no hay amor sin condena. Todo lo que se cumplió fue en la piel fuego absurdo por el que un tonto dios murió. Ten pena por el que mató porque avergüenza al mundo. La cruel magia se improvisa falla la luz que nos pisa y hasta el más sublime amor. No falla el que nada intentó y muere falsa masilla. Le sobra al pez el aire si fuera esta de agua el baile. Si es inútil no hay gloria que haga cuadro en la memoria que bendiga el falso fraile.