El Hombre que quiso matar a los que le humillaron.
Dalí quiso soñar todos los cuadros
y un día salió a la calle con un pincel
para matar a todos cuantos le humillaron.
Quiso matarlos a todos. Bien.
Dalí sólo soñaba con mujeres
que le viraban la cara.
Mujeres que veía de lejos
porque si no se asustaba.
Y se puso a robar los sueños
a los desconocidos.
Quiso firmar todos los cuadros vacíos
para que otros lo llenaran de almas.
Ir a lo suyo ser un cabrón egoísta
esa fué su imposible venganza.
No robó la noche a las brujas
ni echó por la calle ácido en la cara.
Pero conservó su gloria
y una paradoja
que es una doble venganza.
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