Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

jueves, 18 de septiembre de 2014






               El puntal de aluminio.

Vinieras y te fueras
para volver a traerme los sueños
que nunca se fueron de Madrid para insultarme.
Córtate sus venas en cada empeño.

      No pensabas en las chicas breves
que te amaban sino en el suicidio.
Todo era estúpido
ay pobre del que sólo tiene motivos.

       Lo más hermoso de Alcalá de Henares
      era soñar con Alcalá cuando algo iba mal
       y no podías reaccionar a tiempo.
      Pero acabas de cumplir 35 años
      y vas cumpliendo muertos
       murió tu madre loca
     tu padre canalla tus abuelos idiotas
       y ves que da igual cumplir sueños.

      ¿ Recuerdas cuando te gritaban mientras limpiabas duro
    las cacerolas en el Hotel de Lujo?
    Y tenían razón siempre tenían razón.
 
     Me quejaba demasiado, maldecía mi suerte
     pero no tenía motivos
      qué hermosos eran los caminos
      cuando pensabas en la muerte.
      No pensabas en las chicas bellas
       ni en la belleza que inundaba el sol.

      Y lo peor del odio es que sólo pienso
en mi mismo. Sólo mi sufrimiento es real
sólo mis humillaciones son reales,
sólo el desprecio que causo en los demás
por mis mentiras idiotas de orgullo barato
es cierto e irremediable.
¿Y cuántas veces te han cogido
en tus mentiras idiotas y has seguido mintiendo
por un orgullo idiota?
Y encima que te gritan e insultan
ellos tienen razón siempre tienen razón.
Siempre eres tú quien metes la pata.

Y hasta el amor y la alegría inagotable
que hay en mí es por la incineración de mi padre.
Dios ¿ no podré ser feliz nunca
por una causa noble?
¿no podré mirar a la cara al que me grita
y al que me insulta y responderle ¡NO!?
Y que me despidan heroicamente
con un  fin de contrato asqueroso
y decir yo no firmo esta porquería tedesca.

¿Por qué siempre tengo que ser yo el razonable?
¿ Cuándo tuve que humillarme una y otra vez?
¿Cuándo empezó esta tortura
este motor de coche que pasó tan rápido
que no pudo ver mi cuerpo apaleado?
¿Fué un arrebato de alguien que tuvo pena
por un grito final?
Dios mi última ilusión fué otro malentendido.




   
   
   

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