Antes de ir al matadero.

Estaba harto de palabras,haaaar-to. Sonaba el estrépito del tren y la gente. Nadie vendría a verme mientras nos mandaban al frente. Ni mi hermana vendrá. En fin. Mis compañeros estaban entusiasmados,pero a mí todo me daba igual. Ella me dijo que si podía después de las tiendas me vendría a ver así di por hecho que no tendría despedida de nadie. No pasa nada. Es lo que hay,sin duda es lo que me merezco, sin explicaciones no hay hipocresía. Se lo comenté a mis compañeros y cambiaron la conversación a temas alegres sobre sus familias. Hablaban de la guerra como si fuera un deporte, llevaban raquetas de tenis. Estaban hartos de verme la cara. En la Guerra como en la vida eres un número más,había visto fotos, sabía que con cientos de miles de muertos anónimos el sufrimiento de un solo hombre no importa nada,y posiblemente lo que hagamos por los demás serán lo que nos recuerden. Bueno. No sé. Sin duda ella y yo nos éramos nada y me acordaba de ella ¿por qué en quién iba a pensar? Joder debería pensar en los ahorros del banco, que con los bonos de guerra subirán las comisiones y me quitarán ahorros. Y si me muero y nadie reclama mis restos los incinerarán y los tirarán a una fosa común los muy h.d.p. para ahorrarse el dinero. Huuum...Así era la puta época,los prejuicios... De pronto de lejos creí verla, naaah es la fantasía. Pero no,era ella. La había echado de menos a pesar de tantas cosas. Sí Dios cómo la amaba,estaba allí sonriendo y se acercaba dudando, con pequeños pasos, mientras el tren pitaba para dar el último aviso. Tenía un profundo sentido melodramático y siempre que estábamos en un momento agradable tenía una mala excusa para huir e incluso echarme la culpa. Pero esta vez ¡no,no,no! Se quedó debajo de la ventana, y me dijo que ya habían cerrado la puerta y que el encargado no podía abrirla. Simplemete del impulso me tiré hacia ella, y mis compañeros que eran dos pedazos de pan me cogieron de las piernas para que no caerme dela ventana, mientras se reían. Un beso de entusiasmo,de inconsciencia, de furor, de plenitud... De camino al matadero, vi la foto en el periódico de "dos personas desconocidas" pero me dio igual. Solo recordé su rostro sonrosado con una leve sonrisa discreta,mientras iba a mi hogar entre las bombas y las ametralaldoras a ver si podría volver pronto para encontrar mi destino... Hay que tenía un motivo para luchar sabía cómo la amaba.