¡Triste!.En respuesta a un comentario al que le pareció triste,un buen texto dramático.

Fíjate lo paradójico: como futuros filólogos debemos estar constantemente expuestos al tratamiento de lo trágico-sublime. Supón que a un deprimente tratado por un psicólogo y que consigue hablar,éste le responde:usted parece triste. El enfermo pensaría:vale ¿y?(vaya estudio más exhaustivo,¿le voy a tener que pagar la consulta solo por esto?). No estamos acostumbrados a la minuciosidad de lo trágico,y lo trágico ejerce catarsis y nos eleva con el tiempo.

Por ejemplo, Stendhal recordaba profundas verdades a medias.Lo trágico da sentido a la narratividad, nos hace superar las inercias de la vida, nos hace tomar conciencia, ver los problemas dándoles altura y a su vez con nueva empatía hacia la vida. La literatura tiene sus medios como el cine tiene los suyos y se unen por un amor real pero interesado que es la narratividad. Por ejemplo,Orson Welles supo adaptar el Proceso de K. respetando su trama y su ambiente,pero no su estilo escueto,por tanto lo hizo con éxito.Son dos formas expresivas muy distintas. La literatura explota las debilidades impactantes y dramáticas,mientras en la Historia suelen triunfar los fuertes y la versión justa no siempre próspera,sino la del vencedor,en la literatura suele plantearse la historia desde la debilidad,como si estudiáramos un virus. Los medios audiovisuales suelen dar más dinero porque supuestamente exigen menos grado de exigencia. Hasta la filología es una muerta que pare hijos muy sanos,porque los métodos de interpretación filológicos han sido adaptado a los otros medios narrativos.