De mi alma perversa y leal
de esclavo sin látigos ni clámide,
quise que asfixiaran mi cuerpo
otro más en la pirámide.
Como escalé de noche
dando tumbos en la guagua,
gritando al chófer mi odio
como yegua desbocada.
La vida era lava lenta.
El cielo era más infinito
la muerte un chiste absurdo
la amenaza de un niño.
Otro oportunidad tacaño
como sabe el que ya no presta,
pedía cuando te veía con otro
ay que imposible promesa.
Gaviota detrás de tu cuerpo
o huyendo de estar solo,
sin graznido ni horizonte
picoteando entre escombros.
Tu cuerpo de manos muertas
estrella en un mar de corrientes,
no seduce a mi rácana sed
sino tan solo cuando mientes,
ni tu risa de vidrios rotos
engaña al triste proxeneta,
que sabe estafar baratijas
y estafa al rico si trapichea.
Fue en el deshielo inútil
precipicio de una amistad rota,
donde tiré al caballo por ti
prejuicios a las olas.
Como un canapé eléctrico
tu escote de albatros,
quise guiarme náufrago
sin entender tus astros:
sediento de verdad mentía
confuso y leal mis sacrificios
permito tu hereje escarceo
como a un mimado hijo.
No es tu chiste de perro loco
ni el fasto de tu cuerpo joven,
sino tu arrebato al que te golpea
lo que no dejaré que nos roben.
Aunque sea deforme vivir
pedí sobre la faz de la tierra,
cuando con cualquiera frusleabas
pidiendo una imposible deuda.
Divorciados reconciliados
que tras llenarse de insultos,
ay se inundan de pasión
nuestros cuerpos insepultos.
¡Oh inconfesa debilidad!
¡oh callada por respuesta!,
eterna eres sobre el bosque
pero sin camino arena.
Ramos baratos de flores
mientras saciaba mi deseo,
del que tanto me culpaba
como el mafioso del negro.
¿Por qué dirijo mi vida
de humillaciones llena,
a la santidad negada
de tu confusa gangrena?.
Me aterra tu desierto sin camino
pero defenderé tu mentiras,
aunque quedara en ridículo
con la réplica de la cotilla.
Tu ojo de veneno barato
me perdona el pasado sin ira
aunque si fuera un juez entre beodos
con odio a muerte condenaría.
Solo sabes humillar
ni controlas ni deseas,
y tu amor vacía el mar
como harían las mareas.
Cómo pagaba tus trajes
e invitaba a tus fiestas,
sin saber que pagaba de más...
los fraudes de una trepa.
Pague más para echarte en cara
que solo tú eras mi pena,
quise bailar a tus amantes
ser tahúr a tus tretas.
No me justifico como quien
no da una mísera limosna,
y quiere pasar por pobre
hasta comiendo las sobras.
Y como un cazador deja
escapar algo a su presa,
te veía huir con odio para...
que arrepentida volvieras.
Tus caricias me llenaban
no pataleo explicaciones,
pero tus mentiras confusas
eran como a un reo canciones.
Con una carta anónima
la culpa echándome sin tino,
te fuiste sin una excusa
para maldecir a tu asesino.
Mi ojo ardió en neumático,
¿qué fue de ti?¿por qué el parné
no te cubrió de plástico
como cubrió tu piel?.
Pide una segunda oportunidad sobre la faz de la tierra arrepentido
La sonrisa del hijo que corre
la vuelta si oye las llaves badajo,
la campana que olvida la flor
del que duerme con frío al raso.
Cuando la nieve de las fábricas
se derrite en los buitres,
nace un pájaro aberrante
del amor que no fuiste.
Bola de ping pong tus labios
entre guirnaldas muertas creciste,
el sueño que agranda al mar
y al rascacielo al sol el salitre.
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