Esta vieja vestida de negro

Esta vieja vestida de negro que nos vigila desde su puerta, SOLO cree en los sacrificios por amor, sobre todo cuando no hay amor. Cree en apretarse un pañuelo a la cabeza y en reconocer a los que vuelven avergonzados de un exilio por la noche. Cree que el ajusticiado debe pagar con la horca y que debe suplicar ahorcado en alpargatas. Tiene miedo de su entusiasmo y sed de vida pero cree que si todo valiera que si no le chancleteara la dentadura ella viviría haciendo chistes tirándose de los balcones de los hoteles a la profanación de una tumba. Pero no es cierto, no es cierto. De tanto trabajar el desierto respira arena inútilmente y de sus vidrios rotos una pierna rota a algún ingenuo ladrón tuvo que pagar una multa satisfecha que la arruinó cien veces. Aunque finge que en su casa había algo valioso que robar. Pero no es cierto, no es cierto. ¿Alguien se acordaría de ella para aplaudir cuando la ahorquen?, ¿alguien se reiría de sus frases brutales para darle la razón?, ¿alguien le ayudaría a comer masajeándole la garganta para que no se atragante?. ¿Fue niña con ganas de correr y bromear? ¿mintió diciendo que sabía francés y tocar el piano y la descubrieron? al que humilló lo podrá saber. Pero no es cierto, no es cierto. La veo gruñendo rosarios pelando las habas cortando la podredumbre de no sé qué hada. Y veo del que sufrió las calles secas de tierra, la herrumbre,el vómito verde, las rapadas cabezas, y doy un portazo al horizonte un hilo de luz sin ganas