Tú que tenías grandes planteamientos
chispazos brillantes sobre arena
¿cuándo los empezaste?.
Marco Antonio abandonó a sus hombres
clamando que era una victoria inapelable
pero justificando que no podía
escapar del embrujo del amor
de la variable Cleopatra.
Hay como el que un erizo frágil
se pega al hierro óxido de sus sueños
y hay quien se alza y huye
sin tardar en inventar nuevos espejos.
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