Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

jueves, 27 de marzo de 2014

           

               Aguantando bajo las piedras

               Aunque me destruyó la vida hasta los 30 años cuando  murió, lloré. En aquel ciber de noche que apestaba a lejía y sudor rodeado de cabinas y pantallas de ordenador.
               Todo era cuestión de aguantar pero no pude. No era el frío del piso. No.No sólo los insultos o las quejas injustas. Sino la soledad y la inactividad que llenaban mis paseos eternos por la Calle Mayor.Con sus adoquines mojados.


                                                             
                                                                       



              Al día siguiente llevaba una bolsa y como no miraba pa alante pensando me tropezaba con las baldosas de la calle.Me encontré con mi hermana en la calle de manos con el viejo de mi cuñado. Me vieron desde lejos. No me saludaron y ahora tendré que decírselo sin florituras por un mensaje de correo. Sin más. Sólo que sepa que ha muerto. Se lo tendré que escribir con las persianas levantadas para no masturbarme una y otra vez y que  me vean los colombianos.
            Me tiemblan las manos. Me las acaricio dando vueltas como la válvula de un coche una y otra vez. Fuí a la nevera y gracias a Dios la tenía vacía.
             Desde mi balcón veo en una esquina a un perro encerrado en su balcón que sí da al mar de Las Canteras. Pensará estoy encerrado como un perro cojo y rañoso. Se siente fuerte con la correa apretada a su pecho como un gladiador.
            Lo vi arañando con rabia la cristalera pero en cuanto me vió se tranquilizó. Nunca podrá distinguir que le estaba fotografiando con el móvil. Solté una carcajada que no entenderá como si se viera en el espejo. No para reírme de él ni para humillarlo.. Sino porque yo fuí él durante 30 extenuantes años. Los que desperdicié removiendo cafés como si destiñera mi belleza.
          Vosotros os quejáis que no estáis rodeados de emprendedores. Os quejáis de que no hay trabajadores. De que no hay paciencia para coger el ritmo para trabajar duro. A vuestra madre le debieron rajar la vagina por 7 sitios diferentes para poderos parir, gordos infames se os nota la buena vida en vuestra aliento a cebolla y café.
           Viendo mujeres pechugonas en bikini y dejandoos arrastrar por bajas pasiones sudadas os quejáis de la grandeza de los que estudian años, tarde a tarde, en su cuarto a la sombra de estudio. Dadle duro al mardito teclado. Trabajáis para los que os han intentado estafar. Y ahora se vengarán entre gritos cuando os corrijan y os nieguen el saludo, ojalá sepan de una vez lo que es la vida, cojones. Tienes restos de arena y la pegajosidad de la brisa, quiero veros las arrugas del trabajo constante y contundente como si fuera mercurio espolvoreado en pan de oro sobre vuestro rostro y que ésa sea la máscara de vuestra efigie.
    Creced de una vez, subid a la luz de la superficie.
    ¿ Cuánto talento, belleza y meses de vida daría yo por ser libre cuánto Dios?
      Siempre quejándose siempre sus argumentos brillantes de ácido bórico que dan arcadas a las verduleras. O te restriegas sobre la grava para follarme o aléjate de mí sin mirar para atrás ni una vez hacia mí.  Cuando un juez del Alto Tribunal  percibe que un abogado tantea o divaga aunque sea brillantemente desconfía para todo en lo que salga de él. Y él que lo paga con su fortuna y cinco años en el Proceso es su cliente encorvado de haber trabajado toda una vida para una sentencia llena de perogrulladas llenas de sutileza.
     ¿Querrían follar? pues yo quisiera dejar de soñar para empezar a descansar de cansancio. Que mis músculos no me piquen sino que estén exhaustos de trabajo repugnante en los tomateros y soñar allí como un analfabeto en los cortinajes del Congreso. Encerrado pensó lo que no llegó a soñar San Francisco
       Que si España es un país de enchufes clientelistas y familistas. Que si no se pude prosperar con talento. Que si la gente no ahorró en la época de prosperidad y ahora no tienen nada. Que si las grandes fortunas están en manos muertas y que los millonarios tienen su sortilegio guardado en los cajones por falta de una mijita de patriotismo.Si hubieses finiquitado Derecho irías con traje y corbata. Llevarías un portafolios y ganarías muchísima pasta por decir sandeces de forma cautelosa, escueta y tranquila.Ay qué maravilloso es destrozar la vida de inocentes y que te paguen por ello. Y estar rodeado de bellas mujeres elegantísimas.
         Donde hay sociedad hay derecho. Y donde hay Derecho hay mucho dinero.
          Y qué será de mí? SOLO. Pienso en la muerte todos los días. En todos los instantes. Me siento abandonado. Serrado en esta urna. Viendo como la vida pasa delante de mí. Y cómo la vida se ríe de mi como si fuera la cabina caliente de un sex shop. Sí cuando tuve que haber elegido a la izquierda y elegí a la derecha y ya no tiene remedio. Y moriré teniéndolo en mi cabeza. Sin paliativos. Sin consuelo. Como un analfabeto que intenta descifrar una sabiduría extraña en las catacumbas.Entre cadáveres sin arreglar, amoratados, medio mordidos por los perros.

Dentro de un par de meses tendré que dar la cara y reclamar mi herencia. Y que me griten para reclamar la de mi hermana.

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