Sublimes palabras.

Al final solo un insensato intentó salvarlo porque le debía dinero. - ¡Aaah! ¡Ya no puedo salvarme!¡Si yo siempre te quise! LECROY PENSÓ que estando gravemente enfermo en medio de la guerra le perdonarían la vida solo si decía la verdad, pero cuando confesó, lo sacaron de la camilla de enfermo terminal, y lo ataron al palo frente a un pelotón de fusilamiento y a un espejo rumbriento donde ya ni podía verse demacrado. Despreciado por todos, indefendible, parece que al final era un parásito despreciable, nunca había tenido razón. Sin embargo, tras sus grandes aventuras comerciales, en el reflejo la veía a ella, y se repetía "en verdad, no pude evitarlo". En aquellos últimos momentos mientras temblaba solo quería crear un Gólem a través del fuego, alguien exactamente igual a él. El coronel repetía "si hubieses mentido y pedido perdón, te habrías salvado, ¡estúpido!". Pero tras las excusas "su alumno" dejó de recordar sus servicios. "Si me descubren, me matarán también a mí para nada. Más vale que muera uno solo". Mientras bombardeaban la ciudad los defensores tenían que rematarlo todo. Sin embargo, al caer una bomba el pelotón se asustó y difuminó. Con el cuerpo destrozado logró librarse, pero el vacío era tan fuerte que ya no tenía sentido vivir. Cuando vio una hoguera fue allí para tirarse y descansar. Era la muerte final de los dioses. Le costó caminar los siete metros y cuando llegó se dio cuenta que el fuego no ardía. No entendía aquel fuego de Fénix, solo sabía que solo él con mucho miedo había quedado libre. Salió huyendo entre escombros de edificios, aunque nadie lo perseguía. "NADIE ha podido condenarte ya" se repetía. El fuego que alguien había soñado para él, otro amor a escondidas...le había salvado...