Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

lunes, 23 de enero de 2023

¡¡¡ME GUSTA SER UNA ZORRA!!! ¡¡¡Me gusta ser una zorra!!!

"La historia era increíble y objetivamente imposible, en efecto, sin embargo se impuso a todos a pesar de la noche eterna, porque sustancialmente era muy sentida e íntima y por la insignificancia de que todos los datos se descubrían confusamente exactos." Los altavoces gritaban alaridos algo que costaba entender. Daban permiso que deshacer el orden. Aún recuerdo entre sueños desde la lejanía la imagen del bello adolescente cantando fuera de la fiesta del Colegio Salesiano: ¡Me gusta ser una zorra! Y pensar que todas están ya tan lindas muertas". "Quiero ser todo aquello que desprecias, quiero ser todo aquello que odias, quiero ser indefendible, quiero ser inentendible".Cantando barbaridades contra la sociedad intentando escandalizar a todo el mundo, pero era demasiado ingenuo y las atrocidades que cantaba no tenían realidad alguna. Con la cabeza agacha, tristón, siempre solo en las esquinas y huyendo de la gente. Me di cuenta que unos compañeros le habían prohibido jugar al fútbol con los demás en las canchas. Después le prohibieron entrar al patio central donde era la Fiesta. Cuando le pregunté el mintió por vergüenza y timidez. ¡No te preocupes entraré contigo! -¡No!me grito como si fuera un Juez que estuviese a punto de condenarle a una terrible tortura. Era como si la posibilidad de cualquier mínimo conflicto lo tumbara en el suelo de un puñetazo. No he descifrado qué orden cronológico era el correcto porque losdos eran igualmente absurdos, lo que rebela que hubo cierta falsedad en sus compañeros, y que del mismo modo que le humillaban después le daban limosnas para consolarlo. Sanguán odió la nada de su nombre, de su identidad. Huía de las chicas para que no tuviera la tentación alguna de que lo amara, las historias que inventaba sin poder decirlas comoun murciélago que constantemente huye en la noche, buscando la sangre de carácter de animales moribundos o de moscas. Odió la nada de su nombre. Como no se permitía abusar de los chiquillajes para desahogarse recurría a Guanhaben que fue el que se inventó el mote para que les diera algún pequeño puñetazo a lo Ruíz Mateos. Porque nosolo el toque de cualquier palma de la mano lo tumbaba, sino que la empatía de cualquier ser débil lo destruía. Lo más sorprendente era su incapacidad de replicar cualquier cosa y que eligiera quedarse en la esquina donde estaba el portón de la Parroquia Salesiana aunque le produjera dolor. Allí mirando al suelo escupiendo entre las rodillas a ver qué forma hacía la saliva en el suelo, se quedaba cómodo marginado del resto de la clase. Cuando llegaba al resto de la fila para entrar al patio grande,don José Juan el profesor de músic- años después le quitaba el don porque no se lo merecía- le preguntaba ¿qué le pasaba? por parecer misericordioso sin fingir demasiado un poco fastidioso y asqueado. El muchacho bajaba la cabeza sin tener fuerzas para llorar, condolido de que ese iba a ser su horrible destino por el resto de su vida, su destino, del que no había escapatoria. Guanhaben algo parecido a un compañero de apoyo pero nunca un confidente de fiar,le creo el apodo que lo había perseguido en el micro del colegio durante los últimos dos años como una tortura china. No quería enterarse de la crueldad que había hecho con los metales atados a la tela de los asientos,porque oía voces alucinadas de muerto entre los niños. No se podía tener educación entre losniños, había que ir a piñazos, no guardar la compostura con una voz segura,templada, y enfocada, ni mirar a los ojos, solo golpear. Los que más le humillaban eran los niños uno o dos años más chicos que él. Alguno malcriado de lejos replicó desde una selva movible de cabezas desconocidas "él vive feliz en su mundo de mentiras jajajaja..." Cualquier arrebato de crueldad era un fármaco para proteger su estómago. Hay pocas cosas más repugnantes que la inercia emocional de la autoderrota. "No déjalo, no quiero". Después me enteré que tampoco quiso ir al viaje de Fin de Curso. Todavía me tiemblan las manos al recordarlo. Si lo hubieras intentado yo te hubiese acompañado, te hubiese acompañado en medio del patio de la fiesta en medio de toda tu clase. Y el muchacho se fue solo al parque Doramas como un San Francisco tras la derrota pero feliz machacando su canción a gritos gimoteando contra el mundo. - ¿Por qué no lo intentaste?¿Por qué al patio del Tribunal? Ven aquí conmigo, entra, tranquilo, entra. ¿Lo ves? Nadie puede hacerte nada. Baila tranquilo. Diviértete. Bromea. No-pa-sa na-da. ¿Cómo pudiste ser así te repreguntas?¿Cómo pudiste ser así?¿pudiste ser de otra forma? Macuerdo, aún me acuerdo como bailaba con los ojos cerrados de alegría dando vueltas bajo el sol frenético sobre si mismo sobre la mayólica, saltando, riéndose pícaro hablando solo con sus propias bromas... Y yo sonreía con pena como un militar que se miente de saber lo que uno tuvo que haber hecho y no hizo. Saber que tuvo que haber salvado a un adolescente durante unos días. Que lo hubiese recordado con agradecimiento dentro de muchos años...¿dónde estará aquel muchacho?¿qué será de él? Todavía lo recuerdo cantando solo en la esquina fuera del patio sin atreverse a entrar. "¡Me gusta ser una zorra!¡Me gusta ser una zorra! Y pensar que todas están ya tan lindas muertas". "Quiero ser todo aquello que desprecias, quiero ser todo aquello que odias, quiero ser indefendible, quiero ser inentendible".

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