La Giganta el soneto A LA MADRE tal como BAUDELAIRE NUNCA TUVO EL TALENTO DE ESCRIBIRLO.

El gato vago miente ante su sombra incapaz de abrirse metralla de capullo, del rincón encogido porque se asombra acaricia óxido de tanto grito absurdo. La belleza excusa de hueco fantoche se niega a abrirse como un delfín al mundo. Y huye de la gente ángel sin escudo lloviendo la pedrada en la eterna noche. ¿Tienes la fe que esta locura acabe? ni el cáncer del peluche ñoño sabe y al puñal traidor niegas hueco y perdonas. Dependes del traidor torpe marioneta con la excusa del amor no te queda treta para huir del falso oasis que nunca abandonas.