A Pablo Iglesias junior que se fue cerrando la puerta. Qué alegría el ser humano eterno ególatra.

«¡Dichosa culpa!» Como Gilles de Ray. ¿Habrá algún traidor que aprenda qué malvende por perderlo? Ni la ley de la selva respeto en el sexo de ameba, no hagan dinero del garito, ni un porsche al curro permito si el impuesto no te abreva. Al fuego agrio atrevernos sin vergüenza en sombras vernos. No verse mártir inane aunque las caretas ame serrín de rubí amemos. Sabe a sangre Tu cuello tus dedos en mi amo es sello que tu misterio azúcar quema, ¿habrá algún traidor que aprenda qué malvende por perderlo? Qué alegría tener amigos que van a lo suyo.La vida no se esconde bajo la brida de las flores, ni en los trigos donde el beodo se intimida. ¿Habrá algún traidor que aprenda qué malvende por perderlo? No condena la violencia hasta que golpea a su puerta de las chuches el seductor, ¿quieres el cielo mi traidor, hasta que ahogue tu pena? Entre disculpa y la queja busca el delator la treta que lo excuse ágil de la horca. Pero el escándalo ahoga al que a pasta lo defienda. Cuando te ahogues no habrá agua que te quiera ideal salvar. La acción siempre demostrará que las palabras son nada, que el miedo ágil te ahogará. No es la rama la confianza del ave sino la rama. Si te hundes no tienes sombra que te guie, solo te ahoga, no te ayuda ni quien ama. ¿Habrá algún traidor que aprenda qué malvende por perderlo?