Un héroe anónimo.
Alicia en el País de las Maravillas, una figura medieval, una crema Nivea y frutas...
Cuando lo metieron en la cárcel se sentía como una figura medieval humilde y solemne en Alicia en el País de las Maravillas. Johny ni siquiera se enteró por el motivo en que su vecino le llevó a insultarlo ni de la pelea,pero debió de ser terrible.Aunque él tenía bastante carácter se sentía blandito como untado de Crema Nivea rodeado de malas bestias en una extraña macedonia de frutas podridas. Lo condenaron a cinco años y tras 5 meses le dieron permiso para ir a la Prisión Psiquiátrica. Durante los primeros días no se atrevía a ir al baño sin asegurarse de que no había nadie en los alrededores,y prefería hacérselo encima.
Pero al cabo de unas semanas empezó a hacer amigos. Entonces al contarlo fue plenamente consciente incluso más que tras el shock de la condena de lo que había pasado. Los padres de un amigo se estaban divorciando. Él le calmó en la tienda de la familia en que trabajaba diciéndole que no se preocupara,que se quedara con la madre y que el juez les dejaría la casa. El padre dueño de la tienda que escuchaba detrás de una estantería, lo cogió a solas días después y le gritó."¿Tú qué mierdas le estás metiendo a mi hijo,hijo de puta?".De los insultos pasaron a los puñetazos. Johny dijo después que él daba puñetazos sin saber a donde ni a quién sino que solo veía sombras en movimiento y gritos.
Al amigo al que se atrevió a contar su historia mirando al suelo tras seis meses le llamó el Confesor y pasó a ser su amigo íntimo en el patio. El Confesor murió 4 meses después. Entre los 4 amigos reunieron dinero de gran parte de lo que habían estafado,robado del economato, y trapicheado con haschisch dentro, fingiendo que lo habían dado todo,para mandarle dinero a su madre y que le comprara una corona de flores para el funeral. Después se enteraron que en cuanto murió, lo incineraron y lo echaron a una fosa común, la madre no dio las gracias ni respondió. Un guardia les confesó que nunca la había visto en ninguna visita.
Al final quedó libre tras 28 meses bajo supervisión médica,aunque en realidad solo le correspondían 2 años, pero su abogado dijo que entre las costas judiciales lo que le iban a indemnizar iban a ser unas raspas. El Juez dictaminó una distancia de seguridad con el vecino agredido de 20 kilómetros,pero su letrado replicó que no tenía donde quedarse. O le daban un piso tutelado o se iba de okupa. El Juez de sustitución dictaminó harto de todo que podía volver a su hogar.
Por supuesto,su familia no le quería en su casa y la mayoría de los vecinos conocían su historia,pero como muchos tenían problemas con la justicia no se iban a poner elegantes por tener otro héroe contra la injusticia social en el barrio.Él tampoco quería volver y cuando se enteró,lloró al tener que ver a una familia que nunca había ido a verlo,porque tenía que coger el avión.Ni siquiera su madre que lo llamaba todas las semanas. Cuando vio en una pared un grafiti de una patrulla con un lema "no nos representan" se sonrió.
El primer día que llegó puso unos altavoces enormes en la azotea con reguetón.Era de noche y entre semana.Parecía otro arrebato de rebeldía frente a la injusticia que habían hecho contra él. Los vecinos llamaron a la policía.Fueron a preguntar,quito la música y al cabo de una hora la volvió a poner. Se pasaba los días en Internet denunciando a sus vecinos en el buzón anónimo de la Seguridad Social porque la mayoría trabajaban en negro pero nunca supo que aquello no servía para nada. Había un becario en la Seguridad Social que almacenaba y archivaba los datos pero nadie investigaba oficialmente.
Johny como peatón no respetaba los semáforos en rojo y cruzaba hubiera o no pasos de cebra. Un día tuvo toda la familia hermanos y hermanas que ir al Hospital.Habían dejado a la madre tirada allí unos días más de que le hubieran dado el alta porque no tenían ni nadie que la cuidara ni donde para descansar.
Entonces me pidió que los llevara en el coche.
Hay gente que merece nuestro desprecio,pero sin embargo nos causa admiración. Me cogió en un arrebato y no pude negarme. Cuando salí nos encontramos con el vecino que tenía la tienda al lado de su casa, nos miraba con respeto apretando los dientes e ignorándonos con una mirada fija sin reaccionar. En la habitación del hospital,Jonhy gordo,renegrido,callado avanzaba por el pasillo de cristal como un héroe que vuelve de una guerra perdida,sabiendo que cometió crímenes y que no hay nada que justificar.
A la madre gorda y blanda sobre la cama del hospital le temblaba la boca,en una bata de esas de hospital deshilachada que dejaba ver toda su espalda y el trasero, gimoteaba y extendía sus brazos para abrazarlo. "Hijo mío,estoy muy orgullosa de ti",repetía. Se apretaban en un abrazo todo el cuerpo,mejilla contra mejilla.
Yo apretaba los labios sin decir nada en una esquina, se me escapaban algunas lágrimas sin un solo gesto como cuando se había muerto mi padre después de 10 años sin verlo.Queríamos olvidar.Trabajar.Vivir. No sé por qué me sentía como si hubiera abandonado a mi amada en una hoguera en la que estaba en parte por culpa mía, rodeada de fanáticos. Solo quería vivir.
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