Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

jueves, 12 de septiembre de 2019

El Enigma del Botafumeiro.

El Enigma del Botafumeiro.

HERIDA, PEREGRINO, ENIGMA, BOTAFUMEIRO.

Lo conocí en Santiago tras realizar el Camino.Éramos dos peregrinos solitarios que compartíamos la misma herida y las mismas opiniones.EL Camino estaba lleno de gente demasiado emocional,que se daba estúpidamente a la mística:mujeres recién separadas,parados que no sabían qué querían hacer con su vida y gente perdida. Cuando volvimos a Canarias profundizamos en nuestra amistad por amor al senderismo.

Él era un hombre cuadrado,atlético que curiosamente estaba en paro y que trabajaba en seguridad en contratos precarios,muchas veces en negro, cobrando muchas veces por debajo del convenio.Compartía piso cuyo titularidad era de otros dos hermanos con una hermana con una enfermedad mental. Tenía miedo de dejar su piso porque cualquiera de sus otros dos hermanos podría ocuparlo y perder su derecho de usufructo. Le quedaban 4 meses de ayuda hasta verse en la más absoluta precariedad.

Un día me llamó con una excelente noticia. Le ofrecían a él y a 3 compañeros un trabajo en Barcelona con un buen sueldo(por encima del convenio),le pagaban el billete de avión, una parte del alquiler y el billete de la guagua de la casa hasta el trabajo y para colmo consistía en trabajar en un supermercado. Barcelona era una ciudad donde había aumentado mucho la delincuencia,pero un supermercado de barrio no suponía ningún riesgo relevante. En fin, no solo era la oportunidad de su vida,sino estar en medio de un lugar donde se podía prosperar.

Además su padre nació y vivió parte de su infancia en San Cugat por lo que le unían muchas leyendas familiares. Sus compañeros eran hombres de confianza, hechos,duros,a los que conoció en su pasado en el ejército.

Aquellos días recordaba la escena mística del botafumeiro tras un mes de Camino. Me alegraba algo por mi amigo,pero pensaba que ya me quedaría sin mis senderismos del fin de semana,sin mis escaladas. Me acordaba de él con una profunda envidia y rencor por aquel que prospera.

Pasada una semana me llamó para pedirme consejo. Sus tres compañeros parados habían cambiado de opinión, no iban a ir a Barcelona poniendo excusas tontas.El contrato era demasiado bueno para ser verdad, de hecho había dos versiones diferentes de los dos empresarios.

Eso le había creado sospechas,pero yo le respondí que lo importante es que tenía el billete,un contrato de trabajo en regla de 3 meses y un hospedaje, aunque al final lo tuviera que pagar íntegramente él. Si los empresarios, de una empresa famosa, le mentían, tendrían que pagar.

Al cabo de 2 minutos, me di cuenta que él no me había llamado para pedirme consejo,sino para aconsejarle que no fuera a Barcelona que en el fondo era lo que deseaba íntimamente. Él suponía que yo lo deseaba también,pero aunque no me convenía tuve un arrebato de buen amigo. Se lo dije: "Es la oportunidad de tu vida. No estás pensando sensatamente. Ahora te quedarás agusto pero dentro de un año te arrepentirás. Aquí no hay buenos trabajos". Sin embargo,no quiso escucharme. Era el momento en que tenía que ponerle debajo de la ducha de agua fría darle 20 hostias, una paliza y exorcizarlo para que entrara en razón pero no pude.

Su preocupación máxima resultaba que al compartir pensión con dos extraños,seguritas,de otras partes de España fueran unos guarros y unos desordenados. Nunca supe cuál fue el motivo real. Por tanto, cambié de reflexión en 5 minutos y le aconsejé lo que deseaba oír. Era estúpido llevarle la contraria.

Estaba gritando,desorientado,por el amigo que le daba un consejo que le contrariaba. En mi cabeza no hacía sino recordar al Botafumeiro, con su embriague de fiebre mala de un síndrome de abstinencia espiritual, mareando a los peregrinos con miedo que después de patear más de 45 días de camino se quedaban sin objetivos en la vida.

Al día siguiente cuando le llamara el empresario le diría que gracias pero no,no y no.

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