Escrito el sábado 22 de sept de 2018.
Dentellada en la cicatriz corroída
ladrido a la zarza que nada espera.
Mi boca de cemento habla en arena
¿y el fuego te libera de tu herida?.
¿La aridez de tu herida te libera?
Sin tu réplica ¿cómo reparte el sol
El sangre* fetal del drago de tu voz
Y al niño que en el desierto patalea.
El motor del rinoceronte que va
Y el flash de la ola nada dice ya,
Si preguntas sin luz por el camino.
¿Puedes amarme si no nos recuerdan
Los pájaros de noche sin réplica?
O que mueran mis olas sin brillo.
*virus.
Recuerdo a mi madre fallecida, con esquizofrénica.
No huir jamás. Que entre sufrir y vivir, y huir anestesiado, vivir sin mitificar el misterio de la vida, vivir sin idealizar, vivir con el cansancio de los músculos, con el agotamiento y la debilidad y la impulsividad tras el deseo.
Si muero hazme reír y perder el miedo
Al trabajo duro en portazo y gravilla,
De los altos árboles por la ardilla
De nuestro hijo* que no fue en el cemento.
Que tus ojos sean la luz del que sale
Preso feliz al sol que lo denuncia,
Del obrero alegre ya sin renuncia
A trabajar la arena que nadie barre.
No envidio al que su sueño dilapida
Sino que el manglar que me devora,
Me haga vivir el cemento que embrida.
Mintiendo hueco al desierto que te ignora,
Sigues luchando aunque inútil te humillan
Como quien pegotes del suelo implora.
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