Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

sábado, 31 de diciembre de 2016

La última ironía de Borges

Se cuenta que el Borges más reaccionario odiaba la televisión,las revistas y los medios de masas en general porque idiotizaban o entretenían sin enriquecer espiritualmente a la sociedad. Él debía imaginarse a la clase trabajadora volviendo agotada a casa y que después de hacerse la cena se pusiera a leer a Shakespeare o a Dickens, no viendo programas de entretenimiento que a su vez fueran divulgativos y crearan una nuevo tipo de cultura más ligero. Por supuesto,el propio Borges se ha convertido en un icono (-de baja intensidad de la alta cultura-) de los medios de masas: se le ha sacado en sus viajes,subiendo patoso en un camello en El Cairo,o con un monje japonés que trataba de explicarle algo sobre el budismo del que él tantas ideas geniales que no sé si tendrán algo que ver con el budismo zen real,o escuchando a torturados que declaraban maquinalmente ante la justicia como les habían torturado. Obviamente Borges era de clase media y un escritor de orden y por tanto eludía o no consideraba tanto los horrores de la dictadura de la Junta con Videla. Es como cuando sacan a un monje venerable de su celda y no sabe cómo comportarse. Es como cuando sacan a un monje venerable de su celda y no sabe cómo comportarse: intenta ser gracioso,ingenioso,mañoso,y cuando se encuentra con los maestros sabios de la materia de las que él ha divagado y hecho literatura y no quiere mostrarse frágil en sus lagunas intelectuales. Borges aceptaba los retos,los viajes,las controversias y nosotros ponemos una sonrisa indulgente al ver su fragilidad como al cadáver de un dictador absoluto en su urna de lujo,descansando,pálido,serio e intentando ser algo ligero.

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