DILES QUE NO LE DEN EN LA CARA.

Cuando llegó el joven millonario alemán Deichman todo el pueblo que vivía en la escasez se alegró. Sin embargo, nadie puede escapar a su propio infierno y desperdicia muy convencido las oportunidades de las que tiene oportunidad. Los perros ladraban con fuerza y rencor. "Todo va a mejorar" se dijeron los aldeanos. Pero desde el principio, el joven se portaba como un déspota tacaño. Cuando subieron a la Cumbre en vez de invitar a una paisana embarazada a ir en su litera, subió él primero con la excusa de que tenía mal los tobillos. "Todo va a mejorar" se repetía la gente del campo olvidando la escena. Primero pensaron que exigir ese nivel inhumano de sacrifico era producto de su dejadez e inmadurez, después parecía que le disgustaba estar rodeado de gente pobre y con poca cultura, pero a sus porteadores les daba igual porque pagaba bien. Les recordaba constantemente que tuvieran cuidado con el instrumental que traía consigo, sino que en situación de riesgo lo prioritario era salvar todos los instrumentos, incluso aunque se lesionara algún porteador. Sin embargo, cuando en vez de llevarle de madrugada con la fresca, les exigió que le llevaran al mediodía a la Cumbre ya empezó a haber odio. "Todo va a mejorar. Ha traído tanta abundancia en dinero y en comida. Sobrará para todos". En los primeros días se hartaban a comer las sobras del Hotel que había traído. Pero según él trabajaban mal, y eran indisciplinados, por tanto prefirió dejar las sobras en la basura. "Algo mejorará la cosa pensaban, nos enseñará disciplina alemana y nos servirá para los próximos residentes que vengan". Por la noche alguno cogió a escondidas las exquisiteces de la basura. Un día recibió una carta de su familia, Tanausú la leyó a hurtadillas,y entendieron por encima que no querían saber nada en absoluto de él. Su padre se murió con la satisfacción de haber sido un canalla y un sinvergüenza contra su propia sangre, sin embargo gracias a Dios murió prematuramente con 62 años. Aquello no le había quitado un extraño ansia de odio contra todo el mundo, y sobre todo de poder abusar de quienes podían hacerlo, de los que necesitaban trabajar para poder comer. Entonces comprendieron porque odiaba a todo el mundo. Sólo Tanausú que soñaba con emigrar algún día a Alemania les dijo: "Déjenlo,todo mejorará, lo sensato es llevarse bien". No obstante, los porteadores que sabían que nadie preguntaría por él, consideraban que ya se habían ganado todos los ahorros que llevaba encima. "Todo va a mejorar" se repetían. Otro día que lo encontraron flirteando con un jovencito en una tienda, Tanausú se puso a malmeter "Todo va a mejorar, si desaparece él y sus cosas alemanas nadie preguntará por él"."Diles que no le den en la cara" dijo Tanausú. Fueron a por él por un atentado al Honor del Pueblo, le rompieron la cara y sus fotos. "No le den en la cara" repetía Tanausú mientras sonreía al verlo muerto, pero después lo mataron a él porque siempre lo había defendido y no lo veían de fiar. Meses después, abrieron una fonda y casino con la traducción del nombre de aquel joven benefactor alemán que después de haber sido tan generoso, se había ido a América. Había dejado una fortuna por tantas fatigas y sacrificios. Sin embargo, nadie quiso recordar el nombre nunca el nombre de aquel benefactor y escupieron al suelo cuando el investigador preguntaba a qué sitio de América había emigrado.