Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
jueves, 4 de mayo de 2023
Un nuevo rico del amor.
Dedicado a las matemáticas y al sol, orígenes ambos de todas las pasiones.
Cuando admití a mi amigo en mi casa porque había leído nosequé poema sublime en un libro de poesías y no tenía dónde quedarse no sabía todos los problemas que iba a tener. "No me importa el dinero, lo único que no quiero son discusiones" le dije. En realidad, durante los 11 días apenas tuvimos problemas, salvo dos piedras muy antiguas que llevaba en su mochila y que dijo que le habían desaparecido, posiblemente ofendido porque yo le había dicho que no tenía el detalle de aportar nada para la compra.
Solo al final de sus vacaciones me dio las gracias de espaldas de mala gana arrogante mientras se iba. Me desaparecieron un aguacate dorado de adorno, un minijarrón y un caracol roto. No dije nada. Entonces ya seguro, llegaron las humillaciones. Primero, cuando por fin pudo volver al apartamento de su novia me invitó a dar un paseo, fui a su apartamento y me dejó en la puerta diciendo que su novia no le daba permiso a invitar a nadie mientras ella no estuviera. Yo simplemente me fui.
Él ya me había reconocido que estaba enfadado conmigo porque yo no le había dado las llaves de mi casa, después de ser amigos de varios años. Me quedé asombrado, parece que tenía que darle facilidades para que estando en estado de necesidad pudiera robarme más cómodamente mi ordenador, mi televisión de plasma o lo que quisiera.
Lo más increíble no es sólo que volvería a necesitar quedarse otra temporada en mi casa parasitándome, sino que además tenía que aguantar su actitud arrogante y sus amenazas veladas de que sin él me quedaría solo. Una amenaza absurda.
- "O me admites en tu casa o se rompe nuestra amistad para siempre" me gritó con despotismo. -" Tú ya no me vuelves a crear problemas. Que te vaya bien." le respondí.
Durante semanas pensé en vengarme de ruindades que me había hecho, lo que tenía muy fácil, pero no quise. Lo único que quise ya fue no saber nada de él y vivir en paz.
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