El Polímata Mishima (1925-1970).

Isidro-Juan Palacios recuerda que Mishima «a la edad de su muerte, a los cuarenta y cinco años, había escrito ya, entre 40 novelas(20 cultas y 20 poualares), ensayos, 13 tomos de cuentos, 18 piezas teatrales(algunas kabukis con mímica), guiones cinematográficos… n total doscientas cincuenta y siete obras y un mediotraje. Conocía a la perfección varios estilos de su lengua, así como el japonés medieval; intervenía en sus propias películas como actor y codirector; dirigía la escena e interpretaba papeles en el teatro; fue perfecto calígrafo, maestro de kendo, "piloto de reactores", atleta, o orador o showman consumado; acabó Derecho e hizo oposiciones para el Ministerio de Finanzas, fundó el Tate-no-kai (Sociedad del Escudo) y hablaba varios idiomas europeos (Inglés y francés). Yasunari Kawabata, Premio Nobel de literatura de 1968, dijo de él: ‘Un genio como Mishima solo aparece en la humanidad cada trescientos o cuatrocientos años’. Y se estuvo preguntando hasta su muerte, acaecida también por suicidio en abril de 1972, cómo le habían dado el Premio Nobel a él, y no a Yukio Mishima, que lo merecía mucho más». La obra buena de Mishima es entre un tercio y el veinte por ciento de su obra, otra parte es muy morbosa, otra muy comercial, y otra insoportablemente retórica preciosista. De todos modos, cuando Mishima esta inspirado no solo es sublime sino asequible a un lector occidental que puede vislumbrar la idiosincrasia de la sensibilidad tradicional nipona. Creo que el propio Mishima lo profetizó: los escritores nipones de la forma tradicional iban a desaparecer. Surgieron otras formas artísticas típicamente japonesas, pero la gran literatura se esfumó sin que la echaran de menos. Notable escritor narcisista y mórbido, al que finalmente no le dieron el Nobel por sus tardías tendencias fascistoides(enero 1925-noviembre 1970).