El Milagro y el acertijo.

Unos reyes de madera, unas flores secas, una naranja y un limón y un libro porque hace dos días fue el Día de la Poesía y añadimos a la foto un poema. Un muchacho pidió la mano de una mujer de su sinagoga. El muchacho cumplía de sobra todos los requisitos: tenía una vida ordenada, un buen trabajo y un buen sueldo para proveer a una mujer. Entonces envió una larga carta al Rabino criticándose y haciendo una lista de sus defectos. El Rabino cogió dos Reyes de madera que había en su mesa, en realidad dos Golems y los tiró al suelo. Tenía que elegir entre una naranja y un limón y ni siquiera cogió el limón sino que lo tiró al suelo entre un montón de flores secas. El rabino en vez de llamarlo, pedirle explicaciones y hacerle entrar en razón, simplemente apartó la carta y respondió un seco:no. Y se puso a leer un libro de poemas sobre el amor. El muchacho no apareció más y rechazó el compromiso matrinmonial sin dar la cara. Aquel muchacho era Frank Kafka y la sinagoga que después fue exterminada, luego fue famosa solo por ser la que rechazó a Frank KAFKA. Casi un siglo antes en Illinois un joven autodidacta y leñador que apenas sabía expresarse y que estudiaba Derecho estuvo la misma situación. Pero fue a dar la cara para romper la promesa matrimonial a su prometida, soñando con ser un escritor viajero y hacerse millonario con la fiebre del oro. Salió de la casa con la fecha de la boda, sabiendo la ciudad a la que iba a mudarse, con el bufete de abogados y adscrito a un partido político. Aquel joven fracasó en 8 elecciones dentro de su partido político hasta convertirse en su presidente: se llamaba Abraham Lincoln. La Casa de Lincoln es una casa encantadora familiar enormemente turística. En la puerta los dos Reyes de madera eligen un acertijo distinto para el visitante.