La Gratitud kamikaze.

Una gata, un ovillo de lana, chocolate negro y una colección de sellos. No sé por qué esta gata negra conoce mi secreto y la podredumbre de mi alma, pero sobre todo es la única que me toma en serio mientras aruña el ovillo de lana de forma retorcida y brillante posiblemente eché de menos la playa y se aburra sola conmigo. Es amarga como el chocolate negro pero exquisita y pacata como una colección de sellos del siglo XIX. Sobre todo le agradezco de que no se asuste por mi cara demacrada, mis sienes metidas para adentro y mis ojeras. Dios soy un heroinómano de m. Jajajaja. Le agradezco que no intenté contentarme siendo vulgar. Sé que voy a morir pronto pero no quiero quimioterapia, tampoco quiero malgastar ni un céntimo de mis ahorros, estoy orgulloso de cada céntimo, aunque no tengo a nadie agradecido ni un gran profesional digno de mi herencia. ¿Qué quiero hacer con lo que me queda de vida? baj hacer algo por los demás por lo menos. ¿Suena estúpido? ¿suena a buena persona? Nada de eso. Quiero que alguien sonría cuando se mencione mi nombre porque mi nombre no quedará. Nadie me defenderá ni con una palabra,pero me satisface que sonrían con orgullo y gratitud. No tengo hijos, ni amigos confiables aunque me considero buena persona. Algo falla huuuum sin duda. Bueno, después de todo, aún me queda tiempo aunque me duele el pecho. Conozco a vecinos conocidos, ancianos brillantes con sus grandes títulos y sus grandes carreras a los que les da un golpe de calor solos y la ambulancia los saca del piso y se los lleva semanas después. ¿Se habrán enterado sus hijos? Bah...qué cotilla... Después veo a la vecina canariona comentando: sap, era una funcionario más sí del del antiguo 18 de Julio, cerca de la maderera serrería que tenía una nieta que se fue a Irlanda. ¿¡Era solo un funcionario!? Sí era un tipo inteligentísimo, trágico y amargado, que hablaba idiomas, que invitaba a varias rondas de cerveza, y sabía tocar varios instrumentos. Huuum... Había hecho muchos favores, es increíble que nadie aún lo recuerde...huuuuumm. JAJAJAAJA. Qué se joooooda.Huuum...Es curioso...jajajaja sí pero de todos modos me preocupa. De alguna manera, hasta yo debería estarle agradecido y no lo estoy lo suficiente. Iré a la Iglesia a pedirle una misa. Prefiero que el sepulturero se mee encima de mí antes de un resumen de mi cursus honorum tan repulsivo. Ay ¿qué seré yo ante ellas? ¿ Un charlatán impostor?, ¿un payaso diletante?, ya no queda a ningún chabacano a quien impresionar...nadie hablará de mí ni con desprecio cuando haya muerto huuummm...ya la cosa va en serio...debería irme al pueblo de mi madre y mis abuelos por lo menos allí alguien mayor irá a mi funeral por misericordia...contrataré chicas guapas, una banda musical discreta y daré un convite majestuoso... Huuum... ¿Pero qué hacer por los demás? Me gustaría patrocinar a jóvenes talentos para el arte y la música, sí gente trabajadora que pueda trabajar duro, puedo patrocinar a muchos, y hacer un parque infantil, sííí, y un merendero para hacer asaderos...sííí... Mañana iré a la Gestoría, lo antes posible... Y mientras tanto al joven se le agacha la cabeza falleciendo y abre su mano para la gata salga y se ponga a jugar con un ovillo sin que le importe por ahora que su dueño no le volverá a dar de comer.