Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 18 de febrero de 2022

¿Vendrás o no vendrás?

Solo me acuerdo de ella...A pesar de todo estoy plenamente feliz,pero no...tengo miedo de que no venga... Estoy encroquillado en el ojo del buey del barco como en el confesionario de un condenado a muerte. Mi hermana no quiso despedirme. Le dije que le daría nuestras fotos familiares por si no volvía y me respondió que no era por nada pero que solo les devolviera en las que no salía yo. Mi madre llevaba un año muerta así que por lo menos me consolé de que no viniera a llorar histérica por mi despedida porque no podría detenerla y aunque no tenía sentido de realidad siempre se ponía en lo peor. Después de mi carrera tenía que estudiar oposiciones para conseguir mi puesto de funcionario pero en el camino me había quedado solo. Me di cuenta cuando en el bar donde me ponían los menús diarios sin ningún gesto de amor, la camarera amargada me ponía el plato y me daba las espalda evitando constantemente mirarme. Cuando la conocí nuestra relación se desarrolló rápido y ahora con la distancia me doy cuenta, que cuando me lanzó las primeras indirectas le tuve que haber pedido casarme con ella. Pero no me habían educado así,por lo que lo viví como una amenaza y nunca sabía si podía surgir otro plan mejor. Gran error pensé a destiempo, era mejor casarse hasta sin dinero y aprovechar el arrebato. Aunque la cosa con Raquel avanzaba, debió desilusionarse y se volvió a su casa cuidando a su padre lo que le amargó. De pronto con el cambio de gobierno se congelaron las oposiciones,aumentaron los recortes y empezó la guerra. La vida es lo que es y trabajar buscando lo extraordinario es un error. Había que elegir el amor que me ataba a la miseria o la guerra y ganar dinero seguro. Ya había estado en Marruecos y el Sahara y lo odiaba,pero siempre al final de la guerra se reparten dinero y las últimas medallas para revender y quería estar allí. Se lo iba a explicar y fui a la casa de su padre,tocaba al telefonillo pero no quiso ni abrirme la puerta respondiendo que por la epidemia había riesgo de que la contagiara. Para ella, lo reconoció en una cena en público delante de toda su familia me iba a Marruecos a acostarme con todas las moras y si conseguía dinero es probable que no volviera. Su hermana que siempre había sido bastante odiosa y que ni me saludaba en la calle, vio la oportunidad de meter más cizaña hablando en público de que no había conseguido nada en la vida. Como enfermera Raquel se había obsesionado con los contagios y estaba aislada del mundo, parecía gustarle el martirio y aunque se quejaba porque estaba perdiendo la alegría, en parte había muchísimo en ella que buscaba el aislamiento y el sacrificio como cuando limpiaba de migas la alfombra de sus padres a cepillo de rodillas,cuando era innecesario. El pito de la sirena a tocado dos veces y a la tercera el barco zarpará. Qué angustia en el corazón.Vaya tortura. Puto infierno. "Con las ansias de la muerte/ con un pie en el estribo/ esta carta te escribo". Por fin de lejos vi a Raquel. Gracias a Dios se había maquillado algo.Estaba bellísima. Tenía algunas canas y no se había teñido, y se le notaba el sobrepeso, todo culpa de tantos disgustos y la desilusión. Guardó la distancia casi a dos metros a diferencia de las otras arejas que se besaban. Jooooderrr. Bueno, da igual. VOLVERÉ DESFILANDO con nuevos ahorros y podremos casarnos. - Mucha suerte. Habrá que esperar. Entusiasmado,pleno, con ganas de reventarlo todo, zarpamos. La música de una sensualidad irresistible añadía un entusiasmo a la tropa. Sin duda aquel fue uno de los momentos más felices de mi vida, era el camino a la libertad...

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