Las megalomanías de don Salvador Dalí y la de Lope de Vega.

Hoy Marx mata de risa a Dios raspa el óxido del pecho. Y es el traidor que deshecho al Salvador le presta voz. El billete es del adiós pañuelo de despedida, rascacielos del capital, si es la cartera o la vida la moneda hace de puñal y la hipoteca de brida. Amo tu alcohol de hospital tus cuernos de impotencia cruel, tu broma hiriente con acre hiel de aquel bebé muerto al puñal. Y tu herencia a nadie sin piel. Entre el rencor y la risa loca amo tu dura mentira en que la pesadilla entronca la chusma al leerte delira ¡violemos a otra devota! Dalí el hombre que mejor hizo emocionalmente lo imposible por ser todos los hombres. Como de otra manera intelectual intentó Borges. Dalí el niñato dopamina eterno, el impotente, el traumatizado. Lope el muy hombre de las 8 amantes oficiales y de los 17 hijos, de las cientos y cientos de comedias, el militar patriota. ¿Con quién nos identificamos? indiscutiblemente con Cervantes,¿pero quién nos impacta más? sin duda Dalí. Dalí es una aventura emocional impactante, la aventura de la madurez, de la rebeldía frente ala autoridad que es la sensatez y la responsabilidad. George Orwell lo definió como "un buen dibujante y un ser humano repugnante", pero seguro que volvió a equivocarse: fue un dibujante promedio y un humano que hizo lo imposible por destacar, contando las intimidades más recónditas y las más abyectas que nadie cuenta por no dejarse en evidencia. Es cierto que Dalí pudo ser enormemente cruel y ruín en sus comentarios pero parece más el rencor de un pobre hombre que golpea sin saber hacia dónde, y que es sorprendente que nadie le reventara la cara. Lo que constituye otro de sus grandes méritos. En la época de Lope de Vega elego del artista no estaba tan desarrollado,había muchas obras escritas por dos o tres autores a la vez pero firmadas por el autor más reconocido que convertía a la obra en mucho más cara para el empresario teatral o editor que se arriesgara a ponerla en las tablas o publicarla. Lope mismo es el personaje que exigía el Barroco español, que representaba todos los valores del arrogante español de la época, Dalí era el antihéroe que propuso el psicoanálisis juntando con los complejos del individuo de comienzos del siglo XX en España. Dalí dio un altísimo nivel al surrealismo porque nació de la vida, no de la arbitrariedad más absurda y falsamente intelectual. Se le atribuye la megalomaniaca cifra de 1178 obras, 1.100 litografías falsas atribuidas a Dalí,y más de 10.000 dibujos falsos con firma de Dalí (en 40.000 hojas de papel litográfico en blanco firmados por él). Esto no lo hacía solo por dinero,si no por convertirse en una especie de hombre fáustico absoluto. Uno piensa en su serie sobre de La Divina Comedia de 28 pinturas, 17 acuarelas y dibujos y, por primera vez, las 102 acuarelas completas, y piensa como su método paranoico crítico perdía fuelle cuando no tenía reactivos fuertes y reales para crear. Además del diseño brillante de joyas y el hecho incontestable que sí tuvo muchas ideas que luego anticiparon lo que sería los museos interactivos, los hologramas o las redes sociales. Mérito que no se le reconoce. Dalí sí fue un gran autobiógrafo más que un pensador per se, y sobre todo fue un hombre que supo vivir del show que había creado. Dalí necesitaba la sombra del poder, y eso aunque era un hombre de Orden, fue tan importante como para convertirse en un defensor de Franco. Esa megalomanía no solo es muy española sino que se vivió en el siglo de Oro sobre todo con Lope de Vega, y a principios del siglo XX con Camilo José Cela. Y antes con Galdós pero Galdós nunca llegó a ser un hombre plenamente del sistema por su conducta anticlerical férrea que lo indisponía bastante. Pero Dalí que consiguió crear un cosmos más que una técnica sigue siendo mucho más contemporáneo a nosotros gracias a sus defectos que Galdós,Lope o incluso Cervantes. En la sociedad de los medios y las redes sociales, la irresponsabilidad del Estado del Bienestar, o en la Generación Dopamina, la forma de pensar de Salvador Dalí esta completamente presente. Dentro del panorama hispanohablante Dalí y Buñuel son dos universos aparte. Uno podría hablar de decenas y decenas de anécdotas de cada uno. Pero creo que el secreto es haber unido sus pasiones,traumas y debilidades a un método: el paranoico crítico surrealista. La mayoría de surrealistas franceses y españoles con tanto automatismo acaban en un verborrea delirante y confusa que solo quiere escandalizar futilmente. Dalí y Buñuel consiguieron escandalizar a la extremaderecha y el catolicismo y casi tuvo que tardar hasta los 70 y 80 en que esta obra pudo ser estrenada de nuevo.