Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
sábado, 20 de noviembre de 2021
Una madre por Navidad.
Ya no se acordaba si su madre había muerto hacía tres o cuatro semanas, ni donde. Había ido a Afganistán para enseñar a unos niños analfabetos durante seis meses y de vuelta solo pensaba traerse una foto orgulloso de sus alumnos y los billetes para demostrar que no era un mentiroso. Su madre se casó y enviudó joven y tuvo ocho hijos a los que tuvo que poner a trabajar desde los catorce años quitándoles de la escuela para sacar a su familia adelante en bares y en puestos callejeros. Muchas veces la frustración hacía que les pegara y que les gritara. Con el tiempo los niños crecieron, consiguieron ser unos buscavidas y separarse de la madre, pero de alguna manera siempre sintió un sentimiento extraño de frustración hacia su maternidad.
Él mismo se había olvidado de su madre, no había hecho más que trabajar como un animal de carga toda su vida y era un solterón desarraigado.
Hacía un año Inmaculada la única hermana que la cuidaba y con la que se llevaba le dijo que su madre había sido diagnosticada de no sé qué enfermedad grave, que estaba llena de odio contra él y algunos de sus hijos porque según ella la habían estafado y abandonado. Les estaban enseñando fotos de sus bisnietos para ablandarle el corazón y hacer una última cena de Navidad, toda la enorme familia separada. Pero cuando oyó un mensaje de su madre lleno de un odio insoportable, de recriminaciones y de dolor, amenazándoles con la preterición para desheredarles supo que sería casi imposible pedirle perdón sin culpa o hacer las paces. Entonces decidió irse a Afganistán, enseñar niños y salvarnos de alguna manera.
Allí en una casa derruida se enteró que su madre había muerto peleada contra el mundo, que según ella estaba lleno de desagradecidos.
Solo estuvo con una hija de los ocho, que era la única que le aguantaba y a la que toleraba y sin ninguno de sus 13 nietos. - Bueno, todos la amamos, y ella en el fondo lo sabía. Estoy seguro que sería feliz, hizo un buen trabajo. La gente es como es, tuvo hijos porque quiso y nos odio porque disfrutaba así.
No pudo hablar, ni tenía con quién, simplemente abrazó con fuerza y besó a "sus niños" asombrados e incómodos y les escribió la historia en inglés para enseñarles a leer.
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