La traición de Arthur Rimbaud a la poesía. « Ni joven abyecto insuperable,ni santo»

¿Qué será la hueca eternidad cuando acabe en noche sin mar este minuto hueco de placer? y el hijo que no pudo ser en esta arena sin final. Barco quemado sin trigo la ebria traición al amigo, venas rotas sin más cuerdas que a la puta pide cuentas, en el sudor sin abrigo. Nunca hubo estos profesores que hablan con hiriente altura del placer que con usura parodia asfixia de amores. Nadie les llamó señores ni les devuelve el saludo, pero son sabes si naces -filos sin cortar- veraces aunque te asfixie su mundo de un gasoil sublime inmundo. Que un genio muera sin hijos perdiz blanca sin cobijos al borde en la nieve eterna, al hueco de envidia ajena más vergüenza de si mismo. ¿Supiste el fraude del Arte antes de dejar helarte? tus peleas contra el devoto y en la noche eterna roto duro a la muerte no amaste. La vida es la luz que pesa al que en piedras encorvado, con miedo a no ser amado sufre por todo lo que besa. ¿Pero a quién le interesa si le piden sal y ayuda cuando el mendigo se muda sin reclamar lo pegado? En la ceniza que exuda el amor que ha profanado. Cómo arruinaron tu empresa de indígenas que adoraron zotal en que te ahogaron, la luz que sin piel te besa. Nada sano te interesa, ni prosperar con trabajo ni la familia que presta ni el dinero que de cuajo te salva de peleas de tajo ni a este cosmos que te resta.