Hay obras que son autobiografías falsas pero cuyo valor sublime es que representan la psicología del autor y una visión profunda y coherente del mundo.
Estamos tan acostumbrados a desnaturalizarlas y a darles un sentido más abstracto,que nos sorprende el alto grado de carnalidad y realismo que tienen.
Esta obra maestra del Romanticismo Alemán tiene un comienzo y un final geniales,y una de las escenas cimeras absurdas más grandiosas de la literatura alemana.
Toda la película es claustrofóbica, de largos diálogos llenos de un romanticismo delirante mezclado con clasismo decimonónico y con un sentido del honor que no se cumple en un mundo de personajes que viven en las palabras.
El propio Kleist (1777-1811) nunca debió darse cuenta que su tipo de literatura estaba condenada a fracasar en la sensata,pacata, y militarista sociedad prusiana con códigos de honor incumplibles.
(Sinopsis de la wikipedia)"La marquesa es una mujer con dos hijos; ha enviudado y vive con sus padres en un pueblo en el norte de Italia. Una de las guerras entre diferentes potencias europeas ha conducido al saqueo del lugar por parte de las tropas rusas. Amenazada por rufianes, la marquesa es rescatada por un conde ruso. Algún tiempo después, advierte que está encinta, siendo que no ha tenido ninguna relación conocida desde la muerte de su marido. Su familia la rechaza para evitar el escándalo, mientras el conde la corteja con insistencia".
Empieza con una escena sublime: (sacada de artículo de Archilupo Llanes en Filmaffinity)"En un dieciochesco casino prusiano la viril y cerrada parroquia da chupadas a sus pipas y se sonríe con sorna al leer un aviso del periódico: la viuda marquesa de O. comunica que, sin poder explicar cómo, se halla embarazada y solicita se persone el padre, si existe, con el fin de conocerlo".
El que se presenta es el propio conde ruso, un aristócrata intenso que esta dispuesto a sacrificarse por ella, y abandonar una importante misión para ir a Nápoles aunque eso le cueste abandonar el ejército( todas estas características también eran propias del propio Kleist: impulsivo,irresponsable con las consecuencias de sus actos, callado,hierático, con un código prusiano del honor imposible de cumplir que lo llevaba a la destrucción y a la destrucción).
El resto de la obra representa el rechazo frontal de la Marquesa a admitir el compromiso con el Conde e incluso a relacionarse mínimamente con él,y a desplantarlo. Pero por otra parte sufre el desprecio de su familia porque aunque tiene un embarazo psicológico, se demuestra que esta gestando un feto.
Pero ella jura que es inocente y que todo es una terrible injusticia,en escenas dramáticas,febriles en conflicto con su madre que piensa en el deshonor de la familia,y en el de su padre que acepta casarla con el conde si tiene un pasado "aceptable".
Aunque la protagonista absoluta es la Marquesa de O. la psicología intensa y radical es la del propio Kleist. A uno le cuesta imaginar a una noble con dos hijos enraizada en una sociedad aristocrática,que no busca ni estabilidad,ni sea responsable, sino que reivindique que es un embarazo psicológico y rechace al único candidato que se ofrece y que además cumple de sobra con los requisitos para serlo. (Otra vez el fastidioso victimismo cósmico de Kleist que lo aleja un poco del de Shakespeare,que con todo en personajes como Hamlet o Desdémona está adecuadamente justificado).
Al final gracias al andamiaje de intereses acaba bien,y ella "sacrificada" acepta a su intenso pretendiente.
Él le pregunta"¿por qué siempre me has visto como a un demonio?"
Y ella le responde sublime,lo que seguro ninguna mujer le respondió a Kleist en toda su vida,pero que él siempre soñó: "porque antes te vi como un ángel".
Su amante la infelizmente casada Adolfine-Henriette Vogel y enferma de un cáncer terminal fue la única mujer que le amó y que seguro debió de tener la misma psicología que la protagonista de la obra: tortuosa,pinchosa,callada pero impulsiva e hiriente, con un alto código del honor que no cumple pero que le atormenta(igual que muchos españoles),y comprometida hasta el fin.
Es increíble y coherente como Kleist asume muchas misiones imposibles en su vida: un arte exaltado,exquisito condenado por la pacata y sensata sociedad prusiana de la época, una amante con cáncer y casada por lo que serían proscritos de la buena sociedad a la que tanto deseaba pertenecer y su lucha contra el titán Napoleón que representaba en parte los ideales de la Ilustración y la libertad que tanto deseaba.
Aunque Kleist vive en un mundo subjetivo de palabras es fácil psicoanalizarlo. Cuando habla de "absoluto","inmortalidad","honor", no hace más que concretar ese mundo de libertad minoritario aún contra el que lucha,pero que defiende para los prusianos. Kleist aunque es impulsivo es coherente, y al final hay un premio para el espectador que siente que tanta "intensidad" ha recibido su premio.
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