Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 21 de junio de 2019

Ni me escupirás a la cara y eso me dará pena.

Era tan fácil llegar a tu alma.

Ni me escupirás a la cara
ni me pegarás un bofetón,
ni llamarás puta barata
a mi sagrada madre mientras yo sonría,
ni maldecirás con un terrible asco
mi nombre rechinando.

Y eso me dará pena,
te encogerás de hombros como una simplona
para demostrar que no eres la diosa
de la que fui devoto.

Ni tendremos las orgías infinitas,
cuando estés en sandalias en tu casa,
(ni pondré la inmensa polla
entre tus inmensos pechos,
ni nos haremos ricos juntos
con el alquiler de mis pisos,
ni tendremos hijos rubitos de ojos azules).
Y eso me dará pena.

Tú seguirás hablando bien,sublime,
de tus recuerdos en la mierda del barrio de Jinámar,
y adorando vivir en el pueblo de San Mateo,
y aunque yo lo entienda todo,y lo comparta todo,
y aunque crea amarte sin amarte,
me dará todo un asco infinito a pesar de mí mismo.
Y eso me dará pena.

Soy el malo, soy el intenso,soy el imposible,
pero ya no me hago la víctima ni me echo en cara nada.
¿De qué sirve tener buen carácter
si no tienes carácter?
Ser el chicle reseco
al que se saca el jugo
y se escupe desolado en la calle.

No huiré de ti de polizón mugriento
en una barcaza para Cuba,
y aunque jure que no, pensaré en ti
cuando vaya en una barcaza
como un emigrante ilegal y mugriento
para Cuba.
Y eso me dará pena.

¿Qué será de todo lo sublime que estaba dentro de mí?
de los noches de frío en que debimos estar juntos
como un anuncio cursi y repulsivo
frente a la chimenea que no hace falta.

Y conseguiré a la hermosa mujer aunque no sea hermosa
que me quiera y valore,
y en esa plenitud divina
habrá mucho de mediocre y de asco.
Pero esa es la luz que rebota en las flores de colores
la maravillosa mediocridad de la vida real,
y deberé dar gracias por vivir una vida real,
pero siempre seré desagradecido e imposible,
incluso en la plenitud de mi felicidad.
Y eso me dará pena,
una pena hiriente,dolorosa,rumiante y activa,
una condena inútil,vacía que seguro
que será lo mejor de mí
aunque me dé asco y la ignore.
Y eso me dará pena.

Y cuando pasee taconeando con mis zapatos
en todo ello habrá el misterio profundo
de que no hay misterios,
al sacar lo autodestructivo e insondable.

Admiro como se erigen los rascacielos enormes
que nadie mira camino al trabajo,
¿por qué lo mediocre nos da tanta confianza?
siempre nos quedamos con lo sensato,
lo sano y lo estable,y no con lo sublime,
¿por qué no hay aquí más Museos Guggenheim?.

Todo nos da asco y rencor.
Y lo sublime,lo imposible, es tan sencillo,
tan cerca como tocar al telefonillo del piso
a una manzana...
donde duermen los dragones sanguinarios.

Porque soy tan intenso de tan humanos que somos,
¿habrá una segunda oportunidad sobre la tierra
para olvidar de una vez el mundo que soñamos?

y solo nos entienden las turbinas de los autobuses,
los fármacos de los esquizofrénicos
con las mandíbulas desencajadas
olvidados en su cama.

Y las rocaflex absurdas y chirriantes,
y las taladradoras que quién saben qué están haciendo,
y los pitidos brutales de los coches
para el que cruza en rojo creyendo que no pasaba nadie.

Y siempre dará igual que me obsesionara contigo,
yo sigo creyendo absurdo que te amé.
Y tú contarás una mediocre historieta chabacana
de sobremesa,impertinente y campechana,
para cuando seas abuela,
de cincuenta y seis segundos
para asegurarte de que no estás embarazada de un bastardo,
sino de un vulgar obrero de barrio,
seguro,responsable,y mediocre que te dé confianza.

Y eso me dará pena,
maldito exceso de confianza que pudre las joyas,
ablanda las esculturas de oro más sagrada
y lo corrompe todo antes que el tiempo.

Me espera la mujer que me ama,
que tiene algo sublime y de potaje de lentejas,
siempre somos desagradecidos
con lo sublime que nos ama.
Noble,estable,comprensiva.

Pero a uno le queda el consuelo
de que ama lo que le conviene,
la mediocridad sana del trabajo duro.
Y eso me dará pena.

Siempre insaciables, desagradecidos de nuestros privilegios,
queremos ser lo imposible de nuestra pasión,
pero no creemos en lo imposible
para autodestruirnos hasta el final.

Pppppiiiippp,rrrrrrung eterno,
La frenética salida de gente del metro,
las llantas de los coches,
cuando me acueste con mi mujer
pensaré en mi mujer no en ti,
porque aunque pensaré en ti
ni a ti te importará
ni a mí me confortaría.
Y eso me dará pena.

Tú serás la mujer sólida,sencilla
de los sueños sublimes de una boda fastuosa
que no quiero ver,y de la que me alegraré
de no ser invitado.

Serás los mapas políticos de colores
que hacen reír estúpidos a los niños.
Los gritos de los vendedores ambulantes
¡vea el Madrid histórico a cambio de la voluntad!
¡longorones,señores,ricos longorones!.
Las bellas prostitutas pálidas
de la Calle Preciados sin sensualidad sin sonrisa,
y con el encanto sagrado de un cadáver
lleno de polvo de estatua y aorgasmia de sutileza.

Y eso me dará pena.
Ya ni eres una mentira hermosa
para pintar de un bello color los edificios,
en que brille a pesar de todo la carbonilla de los coches.

Ni serás la red de los andamios
donde crecen las hermosas palomas.

Yo que creía ser tan inteligente
que nunca demostré en ningún documento público
lo inteligente que era.

Yo que no hice nada por los demás
aunque me porté bien contra los demás
por el estúpido motivo
de que nadie hizo nada por mí.

Yo que tuve ideas geniales,
grandes proyectos para hacer dinero,
que no se le ocurrió a ningún periodista,
a ningún contertulio brillante de la televisión
quedé como un vago,como un inútil,
como un inmaduro que se rió a destiempo
o que se arrepintió de no haberte besado
aunque no tuve que haberte besado
porque hubiese sido a destiempo.

¡Quiero dejar de encajar derrotas
con una filosofía sublime que nada significa!
¡Quiero ganar batallas
para amontonarlas en el largo pasillo
del archivo olvidadas!

Y cuando alguien cuente esta historia
contará una historia mediocre y tendrá razón.
Mantenerse solo bajo la tormenta de lluvia,
flotando tortuoso y tranquilo
en el agua bajo el sol,
quedarse como la muerte infinitamente solo
en la noche de amapolas de azufre
que traspasan el pecho,
y sábanas amasadas chorreando sudor.











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