Por ser leal sufriste tanto desprecio
que ni el amargo robo te perdona,
si la vergüenza del dios te cuestiona
te condena al exilio del recuerdo*.
Pero tú que amaste el amasijo
puedes ver la luz de lo amado.
Y el recuerdo de lo que has tocado
siente en la ceniza que te bendijo.
¿Qué importa si serás despreciado
por la luz de quien has defraudado
si viendo tu soga se consuela*?
Sueña la belleza en que has dejado
y en los que aman ignorando
ser pasión quemada en su propia vela*.
*te condenas al exilio del tiempo.
*te consuelas.
*que su cabeza creadora ahora vuela.
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