Mas que acusar a la LEY por su dureza o por ser estricta, habría que acusarla por su falta de imaginación y por su olor a aceite de churros.   Siempre imaginar es ser un testigo profundo de la realidad.     Imaginar es prever de alguna manera lo que va a pasar en nuestro interior o en los demás.

 El único rebelde que conozco es el estafador que deja de justificarse. Que NO HAY ÉTICA EN ELLO, que es una especia de mártir-testigo. Los demás son unos vendidos,y no precisamente a la ética.

     El humor es un arma importante de propaganda política. Y para colmo evita la solemnidad que es tomarse en serio.

     Estamos en una época en que los europeos occidentales teniendo potencial no tenemos ni Imperio ni carrera espacial. Y sin embargo tampoco nos destrozamos entre nosotros para darnos sentido y dársela a nuestra cultura.

        Entender al delincuente es como ser el delincuente. Mentalidad femenina que en cierta medida no acepta réplica. Entender al delincuente es entender la obviedad del que cimenta la ley y consolidar la ley sin hacerla sagrada. La últimas Leyes sagradas fueron el parricidio y la condena al comunismo y no hicieron mas que dar nombre a cosas que se señalaban con el dedo. Y la condena se hizo más sagrada pero no se acabó con el delito.
     Pero sin aburrir es esto lo que no se entiende.

      Una entrevista de trabajo es un comentario de texto brutal y leno de prejuicios siológicos. Y ningún filólogo amante del matiz de cada término se permitiría ninguna de sus impertinencias, o sea interpretaciones.

     Nos cargamos los Estados Absolutistas pero creamos las Compañías de Indias o sea las primeras multinacionales que dominan las economías de continentes enteros.

      Hay palabras y planteamientos que chirrían en defensa del infantilismo o la debilidad pero uno tiene que aceptarlos. Y criticarlos desde dentro para no quedar fuera de la vida.

      La gente a la que le va mal en la vida aunque no acusa esta llena de rencor, a racanear por ser infame, y lo prefiere a hacer un esfuerzo real por mejorar lo que odia.

      La mayoría de la gente que tiene mala suerte o no trabaja duro o no sabe cuando expresarse o callarse. No hay más.

      Soy español. Prefiero un odio con respeto,que no saluda y guarda las formas,que un amar chabacano y entrañable.

      El mayor agradecimiento es no meter en líos al que te ayuda ni por justicia ni por el rendimiento laboral. Por lo demás es inevitable ligar en el trabajo y hacer colegas aunque uno siempre quiera recordar a los amigos del alma, o sea a los de fuera.

      La corrupción actual tiene la misma justificación oculta que la de los profetas que en la actualidad se casaban con niñas. Ay y que pocos profetas entre sus discursos solemnes se justificaban.

       Sufrir es ser débil y buscar ser débil. Cuánto deben los judíos para ser judíos a los viciosos babilonios. Y cuanto lamentamos nosotros que los babilonios no hubiesen sido auténticamente viciosos.

        Saber un idioma es como una prospección petrolífera y hablar varios idiomas  es como estar abriendo acuíferos que constantemente en la inmensa llanura. Y cuántas veces se arriesga uno demasiado para conseguir el bendito petróleo.

          Hay que medir a cada sociedad por su capacidad de mitificarse. O sea buscar una identidad. Pero compárese Cataluña con Andalucía. Por encima de todo quedan los prejuicios, y por encima el dinero, y cuanto las entrañas se secan al sol solo queda la dignidad y la defensa de la liberatd humana.
Y quien ama aunque sea de vista a Barcelona siente su nostalgia para siempre. ( aunque no le agrade el acento catalán reivindicativo...).
       

Por las aventuras que aún tienen
sentido de aventuras y que son mentira
y que solo sirven para hacer soñar
lo que debió ser la vida.