Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 7 de octubre de 2025

LA HIJA DEL PADRE.

En el año XXX Fiodor escribía una carta a su hija recién nacida en un submarino nuclear destartalado Kursk que seguía de maniobras. En la Rusia postsoviética no había dinero para renovar submarinos y jubilarlo y quedarse sin ese submarino era una afrenta nacional. El submarino fallaba para seleccionar emerger y sumergir, y mientras tanto Fiodor le escribía en su estrecho camarote, con jaqueca y un calor insoportable, que todos los esfuerzos que él hacía era para dejarle un mundo mejor. Al final, en una maniobra menor hubo un pequeño accidente y el submarino se hundió. Tardaron semanas en reflotarlo sin supervivientes y encontraron aquel manuscrito. Al acto homenaje militar años después fueron los familiares que pudieron pagarse el transporte. Allí Anna con unas maletas vio como un perro callejero la seguía. Anna miró a su madre que negó con la cabeza y a un amigo travieso de la familia. "Tú te llamarás Kursk, pero no puedes venir con nosotros. Lo siento no puede ser." Entonces el amigo adolescente gamberrete quise meterle un petardo en el bolso que llevaba la madre, pero cuando lo abrió vio que había una caja de medicamentos, de antidepresivos y que tenía aquella carta del padre. Y no se atrevió. "Tienes razón se llamará Kursk. Y tranquilo, que sí vendrás con nosotros, con mi familia, para librarte del invierno en las calles". -"Tienes que estar orgullosa han hecho todo este homenaje por un solo hombre". Y les hizo una foto, mientras cogía sus maletas con clavos y a su perro. Al día siguiente dejó abandonado al perro a sus espaldas. Murió aquel invierno pero no lo supo. Había muchos secretos y era muy joven para descubrirlos.

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